Se buscarán garantías para seguir corriendo en Arabia Saudita (FOTO: Alfa Romeo F1)

F1 buscará garantías de parte de los organizadores, dentro y fuera de pista, para continuar con el Gran Premio de Arabia Saudita.

El evento se recordará por las reuniones entre pilotos, equipos y directivos de FIA y la categoría que duraron horas, en la cual se expresaron preocupaciones respecto a seguir participando, luego del ataque del grupo extremista Houthi sobre una instalación de la petrolera Aramco durante la primera práctica libre.

Dicho organismo, de origen yemení, anunció un cese al fuego por tres días, efectivo a partir del sábado, lo que en principio generó más tranquilidad sobre el paddock; si bien ahora mismo no es el momento más idóneo para discutir el futuro de esta carrera, será algo que pilotos y directivos sigan abordando en el corto plazo.

«Nosotros no estamos a cargo del calendario, pero la situación aquí es para muchos años», comentó Jost Capito, responsable de Williams. «Creo que hubo un ataque con misiles durante la carrera de Fórmula E a principios del año pasado, y no había preocupaciones por venir aquí a fines del año pasado. Así que la situación para este fin de semana no ha cambiado en nada».

«Creo que la discusión debería haberse hecho antes. Y ahora será después, pero no durante el evento. Mientras tengamos la confirmación de que la seguridad está ahí, entonces estamos a salvo».

La reunión que los pilotos sostuvieron entre ellos e integrantes de la Asociación de Pilotos de Gran Premio fue uno de los encabezados que atrajo los reflectores; incluso, los seguidores de la categoría compararon la situación con la huelga que ocurrió en Sudáfrica, en 1982, durante la guerra política entre los organismos de esa época.

No se revelaron detalles específicos de dicha junta que, sumada a la que Stefano Domenicali tras la segunda práctica libre, duró cuatro horas. Aunque en principio se prometió revisar el contexto de cada evento, se constató que el respaldo y claridad entre participantes y directivos es mutuo.

«Creo que fue más una cuestión de unirnos como pilotos, compartir nuestras opiniones, nuestros sentimientos en ese momento porque, obviamente, es un momento complicado por decir lo menos», indicó Charles Leclerc tras la calificación.

«Y sí, y creo que fue muy útil para todos nosotros hablar de esto todos juntos. Y como es un asunto complicado, tomó bastante tiempo. Pero es normal en esas situaciones. Ahora estamos aquí de todos modos. Y creo que tenemos que escuchar a las personas que se ocupan de la seguridad aquí. Y tenemos que confiar en ellos».

Por otro lado, la percepción de la decisión fuera del paddock podría verse como una maniobra para proteger los intereses financieros de F1, en especial por la gran inversión del gobierno federal y de patrocinadores como Aramco, que tiene acuerdos con la serie y de la escudería Aston Martin.

De hecho, apenas horas antes de la ofensiva del grupo terrorista, medios rumoraban que se extendería el acuerdo para correr en Yeda a cinco años, en lugar de los tres originales, a fin de tener más tiempo para que se termine la construcción de un complejo en Qiddiya.

Pero Mattia Binotto prefiere ver la ventaja general al ser un deporte de alcance mundial, que es poder generar un cambio.

«El nuestro es un deporte global», explicó el jefe de Ferrari a Sky Sports. «No hay duda que es un negocio, no hay duda que hay un interés en esto, pero también está el otro lado, que aún es un deporte, y un deporte siempre intenta dar un mensaje positivo alrededor del mundo».

«F1 es un negocio global, es muy poderoso al enviar mensajes, e incluso ayer al discutirlo con muchas autoridades locales, ellos estaban completamente conscientes de la importancia de tener un gran fin de semana, de mostrar un gran país al venir aquí, entonces les estamos dando esa tarea para poder mejorar».

A nivel deportivo, los pilotos también discutirán cambios para mejorar las características de la pista, luego del accidente de Mick Schumacher durante la calificación. A pesar de las modificaciones que se hicieron en algunas partes del trazado, las preocupaciones sobre las velocidades y zonas ciegas permanecen.