FOTO: DS TECHEETAH

Jean-Eric Vergne está más concentrado en brindar una actuación competitiva en el cierre de la Fórmula E que en asegurar el bicampeonato.

El francés puede convertirse en el primer campeón múltiple de la serie este fin de semana en la fecha doble en Nueva York, al tener ventaja de 32 puntos sobre Lucas Di Grassi, uno de los siete rivales que tienen opción matemática para arrebatarle el liderato general.

Si bien puede consagrarse tras la primera competencia, si termina 30 unidades adelante del brasileño y del resto, desde su triunfo en Berna ha mantenido el discurso de no pensar en la corona, a fin de mantener el desempeño que lo convirtió en el piloto a vencer en la segunda mitad del campeonato.

«Ha sido un gran año para todo el equipo con el respaldo de un fabricante a bordo (DS Automobiles) y hemos dado otro paso adelante», compartió. «De mi parte, obviamente hay potencial de otro campeonato y la oportunidad para que el equipo logre el título que casi conseguimos el año pasado».

«Yo diría que hacemos algo diferente para un final de temporada, hacemos nuestros preparativos normales y lo tratamos como cualquier otra ronda porque, al final del día, eso es lo que es, y los puntos son igual de importantes».

FOTO: DS TECHEETAH

Después de abrir el torneo con un segundo y un quinto puesto, Vergne entró en una racha negativa al abandonar en Chile y finalizar 13° en México y Hong Kong, relegándolo fuera de las diez primeras posiciones en la tabla general, pero con déficit relativamente corto (26 unidades) ante el líder en ese momento, Sam Bird.

La victoria en Sanya lo devolvió al panorama del campeonato, no solo por catapultarlo al subliderato, sino también porque la confianza entre el equipo chino y la constructora francesa se consolidó.

Los triunfos en Mónaco y Suiza, junto con el podio en Berlín, ayudaron a que Vergne tenga un margen saludable mientras TECHEETAH tiene 43 unidades adelante de Audi Sport, equipo que le quitó la Copa de Constructores hace un año por diferencia de dos unidades. Dado lo impredecible de las carreras, el enfoque se mantiene en no cometer errores.

«Nada es cómodo en la Fórmula E», confesó Vergne. «El año pasado pensé en que (Sebastien Buemi) tenía la ventaja en Montreal el año anterior (2017, cuando el suizo dejó ir una ventaja de 10 puntos ante Di Grassi). No considero que se haya hecho nada. Todo puede cambiar tan rápidamente en la Fórmula E».

«Es una ventaja buena. Es más grande que la que tuve el año pasado, pero no pienso demasiado en eso y voy a ir a Nueva York con el mismo deseo: ganar y dar lo mejor de mí para hacerlo».