La marca de Stuttgart presentó la segunda generación de su supersedan. El Panamera nuevo no es una simple actualización del modelo anterior, ya que estrena plataforma, carrocería y motores. Pero antes hay que mencionar lo más evidente a la vista: su figura. Tiene un diseño y proporciones mucho mejor resueltos que antes, especialmente en la parte posterior, en donde calaveras, defensa y alerón presumen una mejor integración, y ahora sí nos recuerdan al 911. Se nota más elegante y refinado. Por su parte, el frontal tiene muchas reminiscencias del también reciente 718.
El Panamera 4S estrena un V6 biturbo de 2.9 litros que entrega 440 caballos, es un poco más pequeño que antes, pero también 20 caballos más potente. Con este motor puede acelerar de 0 a 100 kph en 4.2 segundos, y a la vez conseguir un consumo promedio de 12.3 kpl. En la parte alta de la gama está el Panamera Turbo, cuyo motor también decrece en desplazamiento (4.0 litros, antes 4.8), es V8 biturbo y consigue 550 caballos, 30 más que antes. Con este motor alcanza 306 kph de máxima, así como una aceleración de 0 a 100 kph en 3.6 segundos. También hay una versión V8 turbodiésel que entrega 422 caballos.
Todos los Panamera tienen tracción en las 4 ruedas, caja automática de 8 velocidades, suspensión neumática para mejorar la calidad de marcha y reducir el impacto por baches, y dirección en ambos ejes. El interior mantiene la misma calidad de antes, el mismo número de plazas (4) y una nutrida lista de elementos de equipamiento. Destaca en el tablero el tacómetro análogo, que ahora está rodeado por dos pantallas en las que se muestra toda la información: velocímetro, navegador, estéreo, parámetros del coche, etc. Se comienza a vender en Europa a finales de año.
