El tricampeón de la serie sigue ganando, pero esta vez lo hace después de trompearse. PETER MILLS reporta.
El dominio de Chevrolet en el Campeonato Mundial de Autos Turismo (WTCC) continuó sin tregua en Monza en la apertura de 2012. Pero si los autos preparados por el equipo RML no hicieron el 1-2-3 el domingo en la Carrera 2, al menos tuvieron la decencia de montar un espectáculo extravagante.
La marca que ha ganando los dos títulos más recientes y se da gusto en ser el único equipo de fábrica en la serie, llegó con máquinas impecables, arrasó la prueba del jueves y cerró tomando cinco de los seis lugares posibles en el podio, aunque la forma de ganar fue inusual, por decir algo.
En la Carrera 1 la Posición de Privilegio fue para el SEAT de Gabriele Tarquini, el campeón de 2009, cuyo auto estaba siendo ensamblado el martes anterior en pleno paddock.
Tras recibir la salida, el campeón defensor Yvan Muller lo pasó prontamente. Taquini aplicó presión y en la recta Muller se fue al pasto, perdió la punta y tuvo que venir de atrás para recuperarse, seguido por su coequipero Rob Huff, quien también desplazó a Tarquini y sacó a Alain Menú, en el otro Chevy, de la pista.
En la Carrera 2 con la parrilla invertida, la PP fue para el BMW de Norbert Michelisz. Con Muller y Huff en la cuarta fila, en cuanto se dio la bandera verde los Chevys cargaron al frente y en la segunda vuelta, en plena recta, Huff le dio un toquecito atrás a Muller y lo trompeó 360 grados, causando más trompos y algunos choques en el pelotón. Sin embargo los Chevys se recuperaron y batallaron por la punta en la siguiente vuelta, Esta vez Menu llegó segundo y Huff tercero, con el BMW de Tom Coronel siendo el mejor del resto.