FOTO: Joe Portlock/LAT Images/FIA F2 Championship

La FIA ha completado investigaciones de 28 accidentes graves y fatales que ocurrieron en 2019, a fin de ofrecer recomendaciones de seguridad en los circuitos.

El Grupo de Estudio de Accidentes Graves, que encabeza el mandamás de la misma Federación, Jean Todt y que incluye a los Presidentes de Comisiones varias, emitió una lista importante de consejos para mejorar la calidad de autos, autódromos y prácticas en cada evento nacional e internacional.

Se destaca la propuesta de implementar un sistema de colores en las luces que, por ejemplo, los monoplazas de Fórmula Uno utilizan en lluvia, para facilitar la transmisión de la información de las condiciones de carrera.

Es decir, que dicha luz sea de color amarillo cuando haya banderas amarillas, o rojo, cuando se ejecute esta condición.

Además, se recomienda que la luz también indique cuando el auto disminuya su velocidad de forma significativa al llegar a una zona de bandera amarilla. 

Otra alternativa es un rango de sistemas avanzados de, como banderas amarillas automatizadas, notificación directa «de auto a auto» de coches estacionados en lugares peligrosos e incluso la reducción coordinada de potencia o redirección de un vehículo tras un incidente.

En monoplazas, la FIA evaluará soluciones para prevenir la expulsión de piezas destrozadas que puedan impactar en un auto, como las «ataduras», que se implementaron en INDYCAR a raíz del incidente fatal de Justin Wilson, en agosto de 2015.

Para suciedad más pequeña, se considerará la construcción de materiales diseñados que puedan resistir los impactos u otras fallas. También se hará una revisión de los sistemas de fijación de loa alerones delantero y trasero en los coches.

Asimismo, se están revisando las especificaciones de las máquinas, en función de la absorción de energía y la fortaleza de la cápsula de supervivencia.

Derivado del accidente de la Fórmula 2 en Bélgica, en el que Anthoine Hubert murió, esta categoría, junto con F1, F3, las divisiones de F4 y Fórmula E, se buscará que las generaciones próximas de vehículos tengan una estructura distinta para impactos laterales.

«El objetivo es un diseño nuevo que, con un nivel de probabilidad alto, esté activo en los impactos de auto a auto para aumentar más la capacidad regulada de absorción de energía de los automóviles de tipo monoplaza», se indica.

«Al igual que con la estructura de impacto frontal, las especificaciones de las células de supervivencia se desarrollarán para garantizar la compatibilidad».

Los sistemas en los que las cabezas de los pilotos reposan y los paneles anti-intrusión también se reforzarán en los coches del futuro.

Otras recomendaciones incluyen:

  • El diseño de un sistema de monitoreo de presiones de llantas, en un momento en el que los Mundiales estrenarán los modelos de 18 pulgadas.
  • La optimización de los muros de contención para impactos con ángulo bajo (de cero a 20 grados).
  • Controles de abuso de límites de pista.
  • Soluciones para hacer más eficiente la desaceleración de un coche en zonas de escape, como el uso de superficies antideslizantes y de fricción alta.
  • La mejora en la infraestructura de los sistemas electrónicos de paneles de luz en F1, F2 y F3.