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Los actores clave de la Fórmula 1 acordaron posponer la introducción de las reglas técnicas planeadas para 2021 hasta 2022, ante la incertidumbre que causa la pandemia de coronavirus.

Esta decisión llegó hoy jueves, en una conferencia telefónica en la que participaron los directores del equipo, Chase Carey, Ross Brawn, de F1, y el presidente de la FIA, Jean Todt.

Durante la semana, los jefes de equipo discutieron el retraso, reconociendo que están listos para recibir un golpe en sus ingresos porque no habrá un calendario completo este año y por las consecuencias inminentes del virus en la economía mundial.

Nueve equipos estuvieron de acuerdo, pero Ferrari inicialmente no lo hizo, ya que quería discutir las consecuencias internamente antes de tomar una postura.

En la llamada de hoy, se reveló que Ferrari también apoyó la moción de retroceder el conjunto de reglas, lo que sugiere unanimidad entre los equipos.

Autosport informó previamente el cambio en la postura de la casa italiana, ya que el director del equipo, Mattia Binotto, sentía que ahora «no era el momento para el egoísmo».

El plan es mantener las reglas de 2020 para una temporada adicional y congelar el desarrollo de componentes como la carrocería y la caja de cambios, a fin de extender su vida útil.

Además, las equipos desarrollarían sus monoplazas según las reglas que entrarían en vigor para la temporada 2021, es decir, bajo las reglas financieras nuevas, que incluyen un límite de costos.

Los detalles de los cambios ahora deben ser trabajados por completo, para luego recibir la aprobación del Consejo Mundial de Deporte Motor de la FIA antes de que puedan entrar en vigencia.

El cierre de fábricas de tres semanas al que todos los equipos tienen que adherirse durante marzo y/o abril significa que el proceso se puede llevar a cabo, porque los equipos pausaron cualquier trabajo de investigación y desarrollo que puedan haber comenzado en sus autos de 2021 (ahora 2022).

Los diseños que se elaboraron en 2020 no estarán sujetos al límite de costos, ya que entrará en vigencia hasta 2021, pero las limitaciones financieras creadas por la pausa actual en funcionamiento teóricamente lo contrarrestarían.