José María López derrotó al tetracampeón del WTCC, Yvan Muller en 2014. ¿Cómo lo hizo el novato? ¿Qué piensa el tetracampeón y cómo puede cambiarlo? PETER MILLS nos cuenta
Pocos podían haber anticipado el estilo imperial con el que José María López se despachó el Mundial de Turismos este año. Tampoco podían haber anticipado el margen de 126 puntos, dada su desventaja por no estar familiarizado con las pistas en su primer año completo en la serie. Y recordemos que sus reverenciados coequiperos franceses Yvan Muller y Sebastien Loeb tomaron el grueso de las pruebas de pretemporada de Citroën. Y fueron los tres pilotos de fábrica, de tiempo completo de Citroën los que disputaron la serie 2014, lo que, resume el dominio del C-Elysse del equipo de Versalles.
Sebastien Loeb, el hombre cuyo entusiasmo ayudó a que el fabricante francés diera la luz verde al asalto al WTCC, quizás pueda excusarse de alguna comparación crítica con López, pues al final, la leyenda del WRC sigue aclimatándose a correr en circuito. Esto nos deja con el tetracampeón Muller. Retrasado desde la primera fecha en Marrakech, donde fue un participante inocente en un choque múltiple en la arrancada, Muller nunca pareció confiado en recuperar el terreno perdido. Los puntos se le fueron escapando con un mal inicio en Eslovaquia, un choque fuerte en Austria y fue desplazado por Loeb en Shangai. Las esperanzas del título para Muller se desinflaron con una pinchadura en Japón.
La lista de abandonos puede ser más grande que la de ‘Pechito’ López. Pero aun reconociendo sus cuatro triunfos supremos, hay consenso que fue superado regularmente en calificación y manejo por el nuevo campeón. ¿Se dio cuenta el hombre considerado el estándar de manejo del WTCC en el último lustro de lo dura que sería su competencia? “Lo supe incluso antes de que corriera para Citroën”, dice Muller. “Cuando Citroën me preguntó lo que pensaba de López, dije que probablemente firmaría a López porque es un buen piloto, es experimentado y adora los autos turismo. Estos autos TC1 (nuevos en el WTCC 2014) se parecen más a los que manejó en Argentina que a los turismos que yo manejé en los últimos años en el WTCC. Sabía que sería duro. Al mismo tiempo, ¿por qué estoy corriendo? Es para ampliar mis propios límites. Este año expandí mis propios límites, porque es rápido, pero al mismo tiempo tuve algo de problemas en mi camino”.
Revisaremos el tema de los “problemas” de Muller. Pero contra la opinión de su coequipero, López rechaza que su pasado en TC2000 y las similitudes de los autos argentinos con las máquinas 2014 del WTCC de alta carga aerodinámica, hayan sido clave de su éxito. “Escuché a Yvan decir que una de las cosas a mi favor era que yo manejaba un auto turismo en Argentina que era similar (al nuevo auto WTCC), pero realmente tuve la sensación que mejoraba durante esta temporada”, asegura López. “Comencé el año quizás no en la mejor forma, a pesar de ganar la primera carrera en Marruecos, pero gané la posición de privilegio solo porque Yvan cometió un error. Luego fui a Paul Ricard y Seb marcó la PP, pero fue ahí que comencé a entender algunas cosas con el auto con mi ingeniero y comencé a mejorar”.
Vale la pena apuntar que David Ladouce, ingeniero de López, es de las pocas personas en Citroën en tener experiencia en deporte motor más que en rallismo. Aun así, a uno se le debe perdonar por presumir que Muller tendría una ventaja por completar miles de kilómetros de pruebas como piloto principal de desarrollo del C-Elysse. La realidad es un poco contradictoria. “Dado que hice más desarrollo que José o que Seb, significa menos tiempo en la puesta a punto del auto como piloto de carreras”, explica Muller. “Luego de cuatro o cinco carreras me di cuenta que había muchas cosas en el auto que no conocía, porque solo había probado partes de desarrollo y este auto funciona de forma diferente a los previos. Las reglas nuevas lo hicieron un poco más retador, y el área principal en la que me faltaba experiencia era la aerodinámica”.
Reflexionando sobre las dificultades relativas encontradas por los tres pilotos al explotar el C-Elysse en las primeras carreras, López desplegó una opinión más positiva que sus coequiperos. Expande en el papel que las decepciones pasadas tuvieron para ayudarle a apreciar la oportunidad de revivir su carrera con Citroën en un escenario mundial. “En 2006 cuando estaba en el programa de desarrollo de pilotos de Renault, yo intentaba llegar a F1. Luego vino la decisión (de despedirlo) y tuve que regresar a Argentina y comenzar de nuevo. Tenía 23 años y le había dedicado toda mi vida a la F1. Cuando regresé a casa no tenía nada. Fue muy difícil, perdí la confianza y, honestamente, ya no quería correr. Los últimos pocos años antes de eso habían sido muy difíciles para mí, sabiendo que tenía que ganar para llegar a F1. Esa presión me lastimó un poco, pero me recuperé. Luego ocurrió lo del USF1 (el equipo nuevo con el que firmó un contrato para correr en 2010 pero se colapsó antes de iniciar). Pasas por estas cosas y aprendes a apreciar cada vuelta rápida o PP, porque sabes que puede ser la última”.
Muller es cándido sobre sus propios problemas. Las responsabilidades de un programa intensivo en Citroën, corriendo Mitjet y Porsches en Francia para Yvan Muller Racing y la llegada de un bebé en diciembre resultaron demandantes. “Tengo que aceptar que por seis o siete meses, todo el invierno hasta junio, fue muy ocupado y complicado para mí. Hice demasiadas cosas. Desde Marrakech hasta fines de junio, estuve fuera de casa cada fin de semana, por las carreras con Citroën y Mitjet. Fueron demasiadas carreras, hice 14 o 15 fines de semana en fila. Fue mi culpa. Era posible para mi decir en algún punto, ‘OK, no voy al Mitjet o al Porsche’. Pero algunos firmaron conmigo porque confiaban en mí, así que sentía que debía darles lo que me pedían. Al mismo tiempo, no fue un gran drama para Citroën porque fuimos primero, segundo y tercero. En el futuro cambiaré eso y organizaré mi vida de forma diferente”.
En descargo de Muller no hubo una caída obvia en desempeño, aunque López los había usurpado como el rey de los rebases en carreras con parrilla invertida. “Fue sorprendente para mí, porque uno de los puntos fuertes de Yvan fue siempre la segunda carrera”, asegura ‘Pechito’. “Pero también creo que siempre pude ser consistente en calificación. Siempre estuve en Q3 este año. Yvan se perdió la Q3 en una ocasión. Creo que Yvan tiene más abandonos que yo. En algún punto yo diría que la suerte estuvo a mi favor, pero calificación y carreras con parrilla invertida…”
López cita a la fecha argentina como el punto donde alcanzó la ventaja psicológica: “Hizo que algo diferente ocurriera en el campeonato. Quizás Yvan pensó que se habían terminado sus oportunidades”.
Una batalla nueva viene en 2015. ¿Qué podemos esperar? “Tuve muchos abandonos que fueron muy costosos”, dice Muller. “Además que Pechito es muy rápido y ha tenido la suerte de su lado. En este momento es casi imposible derrotarlo, porque todo lo que intenta, lo consigue. Pero veremos, las cosas pueden cambiar y revertirse. Me siento más cómodo ahora, pero sigo batallando con algún punto del auto. No puedo hacer nada sobre ese punto hasta el año próximo cuando traeremos una evolución. No traerá un gran desempeño, pero cambiará el balance. Espero que salga de mi lado”.
López tampoco descarta la posibilidad de una competencia más fuerte: “Siempre hay margen para la mejora, y quizás esta salga de Yvan y Seb. Yo solo trataré de seguir haciendo lo mismo, no relajarme, y tratar de seguir empujando tan duro como pueda”.