Gracias a la invitación de Mario Barnabai, director general de Pirelli de México, para asistir al GP de EU pudimos tener una visión distinta de lo que es una carrera de F1. La travesía comenzó en el Paddock Club de la F1, en el que se encuentran las suites de lujo de los principales patrocinadores o de los que quieren vivir tres días de la máxima categoría a fondo.

Lo primero que impresiona es el tamaño del Paddock Club, como entrar a un hotel de lujo, con gradas, y lleno de personajes de la televisión como el chef Ramsey, Joey (Matt Le Blanc) de Friends o Patrick Dempsey así como personalidades como el presidente Felipe Calderón y el gobernador tejano James Pinckney Henderson.

Para alimentarse temprano está el mundialmente famoso champagne bar que complementa al buffet de exquisitos platillos o se puede ir directo a estaciones como la de postres y malteadas. Mientras unos comen y aprecian las pruebas en pantallas gigantes, otros se toman una foto de recuerdo para fotoshopearse en un nomex junto a sus pilotos preferidos y otros más compran en el stand de Hublot, reloj oficial de F1.

Cuando termina la actividad en la pista el lugar se vacía para ir a los fosos, donde se permite la entrada para el denominado Pit Walk. Aparte de los fosos de los equipos, Pirelli nos mete a las zonas reservadas de Ferrari, Williams y otros, gracias a la buena relación que hay con los directivos de la filial mexicana del proveedor oficial de neumáticos de la F1.

La calificación coincide con la comida y el menú tiene de entrada camarones con papaya en una ensalada con vinagreta de frambuesa; el plato fuerte consiste en un buffet con carne, pescado, codorniz y cordero a elegir, mientras se bebe lo que el asistente prefiera, sin medida, lo cual hace que la euforia aumente sustancialmente hacia la Q3. Pampering total.

Para bajar la comida damos una ronda en el simulador, amenizado por la música en vivo, y llega el momento de bajar al paddock a conocer las entrañs de Pirelli en F1 con Alexandra, la RP y nuestra guía para el tour completo que dan sin importar el bagaje de conocimientos que tengan los invitados.


El grupo mexicano lo coordina Salvador Chávez, RP de Pirelli de México, y al alimón nos muestran los modelos de cuatro compuestos de llantas para superficie seca y dos de superficie mojada que presenta Pirelli desde 2011, fabricados en Turquía. Luego vamos a la zona de montaje donde ponen los neumáticos en los rines que proporcionan las escuderías –trabajo monumental de cinco juegos de neumáticos suaves y seis duros por piloto por fin de semana, más los de lluvia que puedan ofrecerse – a la firma milanesa.

Ahí, Pirelli guarda las máquinas escaneadoras de códigos de barra de los neumáticos, las que aseguran que terminen en el equipo que les asignó la FIA. Impresionan también el instrumental para medir el desgaste y las condiciones de las llantas que regresan los equipos para ser recicladas en Inglaterra. Aclaradas todas las dudas, regresamos al Paddock Club para terminar el sábado.

El domingo vamos a la tribuna uno, con acceso al hospitality de Pirelli en la recta principal, que no le pide mucho al Paddock Club. Podemos interrogar en corto a Paul Hembery, director deportivo de la firma, gracias a las gestiones de Pirelli de México. Paul explica la filosofía organizacional de competencia y señala que fue conservador al elegir el compuesto para Austin, pero sin una superficie previa que analizar prefirió ir a la segura con compuestos más duros.

Enfatiza la necesidad de una relación a largo plazo entre Pirelli y la F1 y en confianza habla de la lista secreta de pilotos para sustituir a Alguersuari como probador, si el español logra un asiento en 2013. Explica que a pesar de tener varios compuestos por cada tipo de llanta, dos opciones por GP son suficientes para las necesidades de la F1 y más opciones o mayor diferencia entre ellas no ayudaría ni al espectáculo ni a los costos. Buen punto.

Para la carrera, la asignación es captar el esperado golpe en la Curva Uno –que nunca se da– y recorrer el circuito para fotografiar la acción, regresando a fosos para la premiación. Ahí termina el fin de semana deportivo y todos a empacar para Brasil. Pero la vista nos ha permitido comprobar que Pirelli ha demostrado estar a la altura de la F1 como socio estratégico, con excepcional capacidad de generar los compuestos con máxima tecnología que proporcionen el espectáculo requerido según los rangos solicitados por la FIA. Buena pareja.