Después de cuatro días de competencia y cinco cambios en la delantera – incluída la sorprendente actuación del participante del WRC2 Pontus Tidemand quien obtuvo el mejor registro en la etapa inaugural y el incidente final que privó a Andreas Mikkelsen de quedarse con su primer triunfo – el Rally de Suecia convirtió su última etapa en un espectáculo no apto para cardiacos, en la que el piloto francés se alzó como el gran vencedor.

La constante de la competencia fueron los incidentes, pues nadie estuvo exento de recuperar posiciones gracias a la desgracia de otros. El primero en sufrir las inclemencias del camino fue Ogier, quien después de tomar la delantera en las primeras etapas, una salida del camino le hizo terminar el segundo día en el cuarto puesto, a 26 segundos de la punta. Jari-Matti Latvala sufrió la misma suerte pero su salida le hizo perder más de ocho minutos y cualquier posibilidad de triunfo.

Andreas Mikkelsen fue quien aprovechó las circunstancias y se mantuvo en el liderato por nueve etapas, hasta que al final del segundo día corrió con la misma suerte y un trompo lo hizo terminar en la nieve, lo que benefició a Thierry Neuville quien terminó el día sábado como líder.

A pesar del triunfo de Ogier en la primera etapa del domingo, Mikkelsen volvió a la cabeza de la tabla general, con Neuville en segundo y el francés en tercero. Para la etapa 20 (segunda del domingo) Ogier le descontó la ventaja a Neuville para ocupar el segundo puesto y quedar a solo tres segundos de Mikkelsen.

Ogier ya había terminado su turno en la etapa de poder y era entrevistado cuando Andreas, después de tocar un banco de nieve con la parte trasera del vehículo, no pudo recuperar la parte frontal y terminó en la nieve, lo que le dio el triunfo a Ogier, además del segundo puesto a Thierry Neuville. Los esfuerzos del público por regresar al noruego a la pista le permitieron completar el podio en el tercer lugar.

La siguiente cita de la serie se realizará en nuestro país, del cinco al ocho de marzo.
Foto: FIA.