Lo que inició como una plática informal desde hace un tiempo, derivó en la llegada inesperada de Daniel Ricciardo a la escudería Renault.
Pocos esperaban un cambio de esta magnitud, la cual era impensable tras la actitud del australiano ante la prensa en los días de pruebas posteriores al Gran Premio de Hungría. De hecho, los directivos de la constructora admitieron un poco de asombro al ser notificados de la decisión, pese a dejar en claro que aún no están en posición de ganar Grandes Premios de Fórmula 1, y mucho menos campeonatos.
Sin embargo, se recibió con beneplácito la decisión del australiano y todo lo que implica, ya que el desafío de continuar desarrollando un monoplaza competitivo sube de nivel.
«Llegó por sorpresa pero también como un alivio porque son noticias positivas. Son noticias grandiosas para Renault, para el equipo – pero también son noticias que llevan no solo emociones, sino también responsabilidad y alguna obligación que entregar. Entregar autos que estén en línea con sus expectativas, con su talento», indicó Cyril Abiteboul, director del programa de la escudería francesa.
«Ya estábamos obligados con nuestros accionistas, patrocinadores, aficionados, hacia el legado de Renault. Ahora también estamos obligados hacia él, y queremos que este piloto carismático encuentre lo que ha venido a encontrar y a ver en nuestra organización. Así que solo tenemos un poco de más presión – pero es presión saludable».
Abiteboul compartió que a pesar de alabar las habilidades y estilo de trabajo de Ricciardo, también le expresó que la filosofía por la que atraviesa el equipo continúa en proceso, junto con el desarrollo de los recursos con los que cuentan al momento. Él mismo ha vivido los vaivenes de la constructora, al tener abandonos por fallas mecánicas y penalizar en tiempo reciente.
Sin embargo, el reto deportivo que implica convertir a un programa en ganador y la convicción completa de dejar la zona de confort, tras ser parte del programa de Red Bull por una década, fue uno de los factores que se alinearon con la visión de la motorista, que en 2019 contará con dos pilotos suficientemente experimentados para regresar a los primeros planos.
«Nosotros también aceptamos desde el Día 1 que le tomaría tiempo a él digerirlo y considerarlo porque era una decisión importante, un cambio así es complejo. Es complejo en la vida y en la carrera de un piloto, la cual es corta – pero también es compleja en la vida de un equipo, para todas las organizaciones involucradas», aseguró.
«Así que aceptamos eso. Aceptamos que sería cuestión de hacer y controlar los tiempos y obviamente teníamos que ver opciones alternativas en paralelo en caso de que no ocurriera. Y sí, creo que él digirió la propuesta y eventualmente tomó la decisión».