Renault realizó un cambio drástico a su motor de F1 este año tras llegar a la decisión de que el anterior ya no tenía mucho que desarrollar y había demostrado ser poco confiable. A la vez, no podía aprovechar el nuevo (y más ligero) diseño MGU-K, aunque tenía suficiente fuerza como para permitirle a Red Bull ganar méritos en Malasia y México.

El director general de Renault F1, Cyril Abiteboul, ha comentado que el nuevo motor superó el objetivo de Renault de ser 0.3 segundos más rápido que el de 2016, y mantuvo ese nivel durante toda la temporada 2017.

“Esa era una meta que nos impusimos, pero durante la temporada encontramos distintas maneras de usar el motor y sacarle un poco más de jugo” dijo Abiteboul, “el motor, desde el fin de la temporada pasada al fin de esta, ha mejorado aproximadamente un segundo cuando está al máximo”