Este es el Peugeot 208 mejorado, ya disponible con motor PureTech turbo de gasolina de 1.2 litros y tres cilindros, traído del C4 Cactus de Citroën. La gama renovada se beneficia de mejoras de estilo que incluyen una defensa delantera nueva, parrilla más amplia y luces traseras LED revisadas tipo “garra de león”. El motor de 110 caballos se ofrece del Allure en adelante. Esos modelos tienen faros nuevos bi tonos (con luces diurnas LED), acabados, equipamiento y rines de aluminio nuevos.
Peugeot añadió opciones de personalización nuevas. Cuentan con acentos coloridos al exterior e interior, parrilla con efecto 3D, faros en los espejos de las puertas, faros antiniebla delanteros y costuras contrastantes en los interiores.
Más que maravilloso, el 208 anterior era bueno a secas, pero ¿esta mejora lo ascendió en la clasificación? El motor PureTech nuevo es un paso correcto. Aliméntalo y la unidad de 1.2 litros rasgará como una de tres cilindros. Con 108 caballos, el 208 no es exactamente rápido y aunque el engranaje se siente muy largo puede ir de 0 a 100 kph en 9.6 segundos. También tiene la fuerza suficiente de una gama media para trayectorias largas y cómodas. En cuanto al consumo, devuelve una cifra decente de 26.7 kpl con las mejores emisiones de CO2 de su clase.
Es una lástima que Peugeot no haya abordado algunos detalles que decepcionaban del anterior. Por ejemplo, la caja manual de cinco velocidades sigue con su alcance largo y su entrada abierta por lo que nunca es satisfactoria. Sin embargo, la opción automática de seis velocidades funciona razonablemente bien. El aumento de marcha es suave, pero en ciudad puede sacudirse al bajar el cambio.
Como antes, la dirección es tersa y las ruedas pequeñas, en combinación con la rejilla entusiasta, vuelven al auto un poco puntiagudo. Sus frenos, sobre asistidos al contacto, se aprietan a velocidades bajas.
En donde el 208 destaca es en la comodidad de manejo, sólo si evitas las ruedas más grandes de 17 pulgadas. La suspensión rara vez da problemas y podrías fantasear que estás manejando algo más grande y lujoso que un auto compacto.
Sin embargo, lo que se gana en conformidad se pierde en compostura a través de las curvas. Tal como antes, hay un grado de balanceo cuando aceleras el 208 cuesta abajo en una vía rápida. También se lanza y se sumerge en los frenos y al acelerar. Su manejo es decente, pero si buscas diversión, el Ford Fiesta sigue siendo el rey.
Por dentro, el Peugeot ha mantenido su diseño i-Cabina, por lo que puede ser difícil ver todas las señales, dependiendo de tu altura y postura de manejo. Por lo demás, conserva su cabina espaciosa, con un rango amplio en los asientos y en el ajuste del volante. Como se esperaría en cualquier auto del segmento B, tiene espacio suficiente para cuatro adultos (aunque los modelos ajustados con el techo panorámico tienen un espacio para la cabeza limitado) y su cajuela de 285 litros está en el rango.
La pantalla táctil estándar de 17.5 cm incluye actualizaciones de software, además de funciones nuevas de la Pantalla Espejo que proyecta funciones de tu celular en la pantalla de infotenimiento.
También hay características opcionales nuevas, como asistencia de frenado y cámara de visión trasera. Por primera vez, la asistencia al estacionamiento trasero también aparece en el 208.
El motor PureTech de tres cilindros es agradable. Se desempeña tan bien como las unidades rivales y es igual de económico y eficiente. Desafortunadamente, el resto del paquete del 208 no ha mejorado lo suficiente como para sacudir el camino. Debería permanecer en tu lista si el espacio y refinamiento son una prioridad, pero hay mejores opciones si lo que buscas es atractivo para el conductor. En última instancia, el 208 nuevo sigue siendo una opción intermedia que no pone en aprietos a los mejores de su clase.