El auto
 que volvió legendarios a Senna, Prost y McLaren en la temporada 1988

Mucha gente dice que el MP4-4 no es radical o revolucionario, ni inusual en sus soluciones, pero lo que sí tiene 
y que lo haría el candidato principal
 a ser el mejor auto de la historia de 
la F1 es que su dominio no tiene paralelo. Ganó 15 de 16 carreras
 en 1988, y dominante no termina de describirlo. Lideró 1,003 de las 1,031 vueltas de la que constó la campaña de 1988 (97.3%) y en el proceso amasó 15 triunfos (93.75%), 15 PPs (igual), 10 VRs (62.5%) y 25 podios (78.1%). Pero probablemente lo más perdurable es cómo convirtió a sus pilotos –los protagonistas de la batalla por el título– Ayrton Senna
(8 triunfos) y Alain Prost (7) en leyendas, al igual que McLaren, que era un equipo bueno, pero era tercero entre los ingleses detrás de Lotus y Williams.

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El auto fue diseñado
 por Steve Nichols, pero 
coincidió con la llegada
 de Gordon Murray (el 
diseñador de Brabham) 
como director a McLaren, 
y su concepto de perfil 
bajo es evidente en el
 MP4-4, aunque a la fecha
 se disputan los porcentajes 
de aportación al diseño 
general de cada uno de estos hombres. En la pretemporada Senna y Prost se dieron cuenta de lo bueno que era el auto con el que sería el último motor turbo de Honda (hasta 2015) y lo usaron con neumáticos duros y tanques llenos para no alertar a los rivales. Cuando llegó el inicio de temporada en Brasil, con PP para Senna y triunfo para Prost, la descalificación del brasileño brindó a los rivales una confianza ilusoria que fue destrozada en Imola, cuando Ayrton calificó siete décimas delante de Prost y más de tres segundos abajo del tercero, el tricampeón Nelson Piquet, con un Lotus-Honda de motor similar. Ahí se acabó el año para el resto, y la batalla épica se dio entre los dos volantes de McLaren, que brindaron una temporada de péndulo hasta que Senna se coronó con más triunfos, aunque tuvo menos puntos que Prost, pero sólo contaban los 11 mejores resultados y ahí tuvo ventaja el paulista.

Los volantes de McLaren brindaron una temporada de péndulo hasta que Senna se coronó con más triunfos, aunque tuvo menos puntos que Prost

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El motor RA168-E daba más de 700 caballos en mapeo de calificación, pero ya con tanques llenos (150 litros de combustible) y presión limitada del turbo, tenía 600 
en carrera, lo cual fue suficiente para dominar a la oposición, pues estaba montado 
muy bajo en el chasis y tenía un centro de gravedad que mejoraba la inercia polar, y proporcionaba aerodinámica excelente, además de su suspensión trasera sofisticada que le daba tracción excelente al aplicar la potencia y lo hacía muy estable en el frenado, permitiendo ir más adentro en las curvas y salir antes. Prost se retiró dos veces, Senna fue descalificado una vez (por cambiar de auto después 
del tiempo permitido en la parrilla), y se retiró dos veces (aunque en Italia fue calificado décimo por el número de vueltas completadas) y problemas en España y Portugal lo dejaron en los puntos, pero sin podio, por lo que los 11 resultados válidos de Ayron fueron ocho triunfos y tres segundos, mientras Alain tuvo siete triunfos y cuatro segundos en su cuenta. ¿Dominante? Más bien casi perfecto.