Leena Gade con los pilotos de Mazda Team Joest en IMSA (FOTO: IMSA)

«El auto no reconoce la diferencia». Es una frase acuñada a la pilota de IMSA, Katherine Legge, como respuesta a las preguntas de la prensa sobre lo que es ser una mujer conductora de autos.

Es una frase que también aplica en la ingeniera de carreras Leena Gade, mientras ella regresa a su especialidad estelar y, junto con el mundo, celebran hoy viernes el Día Internacional de la Mujer.

«Ni siquiera pienso en eso, y tampoco creo que nadie con quien trabajo lo piense», dice Gade, quien está en su primera temporada como ingeniera de carrera del prototipo No. 77 Mazda Team Joest DPi en IMSA SCC. “Lo digo porque, en todo el tiempo que lo he hecho, no creo que haya habido un solo momento en el que alguien se haya referido a eso como un problema, algo bueno o algo malo».

«Nunca ha habido eso ahí. Creo que lo que dijeron es absolutamente correcto. El auto es inerte para ti, pero más o menos, tú también lo eres para el equipo. Funciona en ambos sentidos».

Lo que importa son los resultados en la pista, no en el género, y el currículum de Gade está lleno de ellos. La originaria de Reino Unido se convirtió en la primera ingeniera femenina en ganar las «24 Horas de Le Mans» en 2011, lo cual logró con Audi Sport Team Joest y los pilotos André Lotterer, Benoit Treluyer y Marcel Fassler. Un año después recibió, irónicamente, el premio de «Hombre del Año» del Mundial de Resistencia de la FIA.

Gade, Fässler, Lotterer y Tréluyer ganaron Le Mans en tres ocasiones; en la imagen, celebran con el trofeo de 2014 (FOTO: Audi Sport)

La asociación de Gade con Audi Sport Team Joest duró de 2007 a 2016. Desde entonces, trabajó con Bentley Motorsport y el programa de Schmidt Peterson Motorsports en la IndyCar en parte del año pasado (ver la edición de julio de 2018). Durante el invierno, Gade se reunió con muchos de sus colegas antiguos con Mazda Team Joest, alianza que las operaciones alemana y japonesa iniciaron en 2018.

El auto en el que trabaja, el No. 77, fue competitivo en las «24 Horas de Daytona», en especial en calificación, donde Oliver Jarvis se quedó con la PP y rompió el récord de pista que permaneció por 26 años. Ella estaba orgullosa de este logro, aunque estaba mucho más interesada en el rendimiento del prototipo en carrera.

«Creo que el impacto fue principalmente en el equipo, en lugar de una sola persona», dice ella. “Lo digo porque se trabajó mucho durante el invierno para que el equipo pudiera llegar a un lugar donde pudieran estar luchando por ese lugar en la parrilla y luchar por una posición realmente convincente y fuerte de calificación».

“Entre más tiempo que pasas durante la semana en las sesiones de práctica es preparar el auto para la carrera. No es para esa sola vuelta, sino en el lado opuesto, simplemente ver la euforia en el equipo de todas las partes involucradas en este proyecto fue realmente agradable de ver. Fue un poco satisfactorio ver que en realidad nos las arreglamos para lograrlo y hacerlo, y hacerlo de manera realmente convincente».

Éste fue un capítulo más en la trayectoria de Gade, quien reconoce que cada año se encuentra con más y más mujeres, incluyendo su hermana Teena, trabajando en la industria de las carreras. Ese es un mensaje positivo todos los días, pero especialmente en este Día Internacional de la Mujer.

Leena y Teena Gade son ambas ingenieras consumadas del automovilismo.

«Sin duda, me he dado cuenta en los últimos años que hay más mujeres entrando en las filas del campo del deporte motor, y eso es algo grande», dijo. «Porque durante mucho tiempo, siempre se ha conocido como el deporte de hombres. Eso no es realmente cierto».

«Creo que había mujeres allí antes que yo, y ciertamente estaban haciendo mucho para allanar el camino o demostrar que era posible que las mujeres vinieran y entraran en el deporte, ya sea en una posición técnica, como mecánica o, como pilota, en la gestión de equipos, todos los pequeños aspectos que componen el deporte. Había gente que lo estaba haciendo antes de que yo llegara».

«Creo que, tal vez, a medida que las cosas han avanzado en los últimos años, y se ha vuelto más evidente que hay gente que acepta la situación y que más mujeres están entrando, esto hace que sea un poco más fácil para los demás pasar la puerta y luego encuontrar una posición donde se sientan cómodas y puedan hacer un buen trabajo».

Cortesía: IMSA NewsWire