FOTO: Jared C. Tilton/Getty Images for NASCAR Media

Con ayuda de Denny Hamlin, Erik Jones se quedó con la Carrera de Campeones con la que la Copa NASCAR, de forma caótica, dio inicio a sus actividades en 2020.

El estadounidense recibió un empuje completo de su coequipero en Joe Gibbs Racing para pasar de cuarto a primero en la última vuelta de la competencia realizada en Daytona, en la que seis participantes llegaron a la meta y los 18 inscritos se involucraron en al menos una de las cuatro carambolas.

Austin Dillon, Clint Bowyer, Kyle Larson y Ryan Newman completaron los cinco primeros lugares, adelante de Hamlin, quien a pesar de cruzar físicamente en segundo, iba con desventaja de una vuelta.

Antes de la feria de accidentes, el «Busch Clash» se caracterizó por el juego de estrategias que se generó en el trámite, y que puede servir como referencia para las «500 Millas de Daytona» del domingo próximo.

Los ocho representantes que Chevrolet inscribió, junto con el Ford de Joey Logano, no se detuvieron en fosos durante el segundo segmento, algo que sí hizo el resto del pelotón, es decir, los tres usuarios de Toyota y el resto del contingente de Ford.

Mientras el grupo que no ingresó se la pasó ahorrando combustible, a los que hicieron su repostaje les tomó 15 vueltas alcanzar a sus rivales. Jones, por su parte, perdió un giro de ventaja porque erró en su entrada a su cajón de fosos, lo que le costó varios segundos.

A 11 vueltas del final, Busch intentó rebasar a Logano, pero éste bloqueó y le quitó el impulso de velocidad, lo cual derivó en un contacto entre ambos, llevándose consigo a Brad Keselowski, quien lideró 33 giros.

En el siguiente reinicio, de manera insólita, Newman y William Byron patinaron sus ruedas mientras comenzaban a acelerar y generaron una reacción en cadena en la que nueve coches quedaron dañados.

Esto dejó a Hamlin liderando sobre el resto del grupo, pero su neumático trasero izquierdo se reventó en el reinicio y generó otra colisión múltiple, del cual Dillon se libró.

El mismo Jones se involucró en éste y un incidente posterior, junto con Chase Elliott y Larson.Con una máquina dañada en su parte frontal, desde la quinta ubicación, recibió el apoyo de Hamlin y superó a Bowyer, Dillon y Newman durante el giro final.

La carrera se extendió de 75 a 88 vueltas, por lo que se completó en 1hr39m57s, siendo la de más duración en su historia.