Marcus Ericsson, piloto de Sauber, estaba a una giro del líder cuando el auto de seguridad fue llamado por el choque de su coequipero, Pascal Wehrlein, con Jenson Button en la vuelta 60.

Después de que alcanzó al auto de seguridad, Ericsson se estrelló en Sainte Devote, mientras trataba de pasarlo.

«Tuve algunos problemas con los frenos», dijo. «Antes de que comenzara el periodo de auto de seguridad, los frenos se sobrecalentaban un poco. Con el coche de seguridad, como iba muy lento, se pusieron muy calientes. Cuando recibí la llamada para que rebasara al auto de seguridad, mis frenos realmente no funcionaban y mis neumáticos estaban fríos”.

Ericsson dijo que el reto de conseguir calor con los neumáticos Pirelli 2017 había exacerbado el problema.