Kyle Busch alcanzó un hito memorable la semana pasada, al llegar a 200 victorias en sus series nacionales de NASCAR.
Con su triunfo en California, el campeón de 2015 llegó a una marca que es comparable, en números y realidad, con la de Richard Petty, aunque la época es diferente y la complejidad en las categorías es más notoria. David Pearson es quien más cerca se ubica de ambos en este departamento, con apenas 106 visitas a la Línea de Ganadores.
Sin embargo, lo más importante para Busch es poder seguir compitiendo al nivel más alto, y obteniendo resultados brillantes, por varios años, sin necesidad de fijarse en los números.
«Creo que la meta original solo era llegar a NASCAR y después, una vez que estuviera aquí, era ganar una carrera», compartió. «Una vez que ganara una carrera, después se trató de sostener y ser capaz de ser un ganador aquí y ser un campeón aquí – tener las oportunidades de continuar por años, poder ser exitoso en cada y todos los años – y hemos estado haciendo eso».
«Solo hemos ganado un título, pero ciertamente siento que tengo al mejor equipo ahora mismo y tenemos que ser capaces de hacerlo todo el año».
Ahora, el originario de Las Vegas se dirige al óvalo corto de Martinsville, donde suma dos triunfos y un promedio de resultados de 2.8 en las últimas siete visitas.
Con el impulso del inicio de año, ya que lidera la puntuación general, será el favorito para el fin de semana, además de que al participar en los eventos de Copa y Camionetas, llegará a otra marca importante: la de las 1000 participaciones en series nacionales.
«Es una pista dura y, en cualquier ocasión que entres a fosos y hagas un ajuste en tu auto, ciertamente espera que vaya de manera correcta, o hagas lo suficiente de ello, o no hagas mucho del ajuste», dijo.
«Hemos corrido bien ahí, los dos últimos años especialmente, en Martinsville, y definitivamente estamos motivados para volver ahí. Espero que podamos tener un auto realmente bueno, otra vez, en esta ocasión, como lo hicimos en los últimos años».