¿Alguna vez se han preguntado cómo se comparan las series más distintivas de carreras en el mundo? Esto comenzó con una conversación casual. Obviamente, pensamos todos, la Fórmula Uno es la cima del deporte motor, como se aprecia en el poster de las 50 series más rápidas del planeta, pero no sólo el tiempo de vuelta es el que cuenta, insiste uno de los editores; hay que contar la velocidad tope y hay series que no importa que sean muy rápidas si nadie las conoce, como es la Súper Fórmula, es la segunda más veloz, pero sólo corre en Japón.
FÓRMULA UNO
Al ser la referencia su número es 100 (o sea 1 minuto y 40 segundos), pero su velocidad promedio más alta es de 235 kph y su velocidad tope 366.4 (en el Autódromo Hermanos Rodríguez, por cierto), pero todavía dio un poco más en Monza hace 12 años con Montoya en su Williams-BMW. Ahora el motor es más chico, pero turbo e híbrido, y da 950 caballos contra 702 kilos, para una relación brutal de 1.353 caballos por kilo y ocupa unos 10m2, o sea unos 95 caballos por metro cuadrado. Su velocidad de arranque es comparable sólo con los dragsters, y será más veloz en 2017.
IndyCar
Unos 6 segundos más lenta por vuelta, en circuito, en óvalo no tiene comparación, pese a la limitación de revoluciones a 12,000 por minuto en sus motores. Hay carreras que se ganan a 80 kph más por hora que la F1 y si nos vamos a su récord absoluto en Fontana hace años, son 100 kph de diferencia. Su velocidad tope actual anda arriba de 6 kilómetros por minuto, pero era más alta antes cuando Adrián corría en IndyCar. Sus medidas son similares al F1, pero son más feos, y tienen menos caballos pese al motor mayor, pero no curvean mucho en los óvalos y ya encarrerados nadie los para.
LMP1
Ligeramente más lentos que los IndyCar en circuito, tienen la mayor velocidad tope, alcanzada en Le Mans en su recta larga, y sus promedios en Spa son mejores que los de la F1. Sus motores son de 2 litros, (Porsche) pero el sistema de recuperación aporta 45% de la potencia y su relación es también mayor a 1 caballo x kilo. Son más altos pero menos anchos y largos que los F1, pero la ventaja es su aerodinámica de cabina cerrada. Históricamente, los Porsche 917 pasaban de 400 kph en Le Mans con Pedro Rodríguez al volante.
DTM
Este es un territorio distinto, separado unos 22 segundos de un F1 en una vuelta similar. Tienen motor más grande, pero son mucho más pesados y están limitados a 9,000 rpm por lo que dan 500 caballos y apenas pasan de 250 kph; sus promedios son unos 50 kph menores a los F1, pero son muy espectaculares por los laminazos que se dan y parecen autos de calle (de los caros) midiendo casi lo que un F1, excepto que son más altos. En el pasado eran más veloces, pero el futuro les depara motores más chicos con turbo y una equiparación con los Súper GT japoneses que son más rápidos.
MOTOGP
Estas son todavía más espectaculares pese a que sus tiempos de vuelta serían unos 25 segundos menores en un circuito como Sochi. Sus carreras son más cortas y se ganan a promedios menores, pero respetables de casi 180 kph, pero en velocidad tope pasan los 360 kph con aplomo y su relación potencia-peso no es brutal, es bestial con 240 caballos para 150 kilos y su aceleración es mejor que la de un F1. Su espectacularidad no tiene igual y sus cifras sólo palidecen porque les faltan dos ruedas y el agarre que eso significa.
WTCC
En circuito son muy similares a los NASCAR, excepto que son más chicos en sus dimensiones y en su desplazamiento, pues usan el mismo motor de un F1, 1.6 litros con turbo, aunque sin regeneración de energía. El problema es que pesan como un auto del DTM, pero tienen 120 caballos menos y de ahí los 10 segundos de diferencia entre ellos. Aunque su velocidad tope es mayor, llegan a 300 kph, rara vez la alcanzan y su promedio en carrera, corta generalmente, apenas llega a los 170 kph, y su histórica no es mucho mayor.
NASCAR
En circuito son todavía más lentos que los turismos del WTCC, y son por casi 300 kilogramos más pesados que los siguientes autos en la lista, más del doble de los F1. Dicho esto, en óvalo son brutalmente rápidos, pese a que los tienen limitados con restrictores de entrada de aire al motor en los superóvalos. Su mejores carreras en óvalo las hacen a más de 300 kph en promedio, pero sus récords históricos son mejores todavía, casi por 40 kilómetros. Su velocidad tope s también superior a 360 kph en los óvalos y lo más notable es que viajan en pelotones de 30 autos juntos a ese ritmo.
WRC
El WRC sería casi un minuto más lento que un F1, pero hay que pensar que lo haría en tierra, en la cual el F1 aguantaría como dos segundos antes de destrozarse. Su velocidad tope es de apenas 225 kph, pero en tierra eso es salvajemente rápido, aunque en ciertas etapas pueden crecer otro 10% en velocidad. El motor es como el del WTCC, pero el auto es más corto y ancho y su peso es 100 kilos mayor, por las medidas de seguridad, pues si se salen de la ruta el peligro crece exponencialmente. Son espectaculares y su manejo es el más divertido.
