La marca californiana de autos eléctricos llega a México con una gama que promete revolucionar la industria automotriz. Y si bien en su mercado de origen ha conseguido resultados muy buenos, ¿estará listo el mercado mexicano para una marca como Tesla?
La historia de Tesla es muy peculiar, pues rompe con los paradigmas establecidos por los fabricantes de automóviles “de toda la vida”. Si echamos un vistazo a la historia de prácticamente cualquier marca encontraremos similitudes extraordinarias, como el número de años en operación, o el hecho de que muchas armadoras comenzaron fabricando herramientas, máquinas industriales o motocicletas, pero no autos.
Tesla se conformó como empresa apenas en 2003, y aunque desde el primer momento tenía la intención de hacer coches eléctricos, comenzó desarrollando tecnologías y sistemas eléctricos que vendía a otras empresas. Su primer modelo, el Roadster, estuvo listo y fue presentado a los medios en 2006, aunque no fue sino hasta 2008 que los primeros ejemplares fueron entregados a sus clientes. El biplaza pronto acaparó los titulares por su diseño atractivo (desarrollado en conjunto con Lotus), un motor potente que le permitía hacer el 0 a 100 kph en poco más de 5 segundos, y una autonomía por recarga de baterías de hasta 395 km. Para cuando llegó al final de su ciclo de vida en 2012, se habían fabricado 2,100 ejemplares, con un precio de 109 mil dólares.
Después llegó el Model S, un sedán muy estilizado y aerodinámico de gran tamaño, con casi cinco metros de largo y un equipamiento de confort muy alto. Está disponible en un número amplio de versiones y configuraciones, con potencias desde poco más de 300 caballos y hasta cerca de 600. Esta última versión tiene tracción integral y puede hacer el 0 a 100 kph en 3 segundos, con una velocidad máxima limitada a 250 kph; la capacidad de las baterías puede ser de 60 a 85 kWh. En cualquier caso la autonomía del Model S es de 435 km. Este modelo ya se vende en México con un precio base de 1,492,000 pesos para la versión P70, hasta los 2,264,000 del P90D.
El otro Tesla que llega a nuestro país es el Model X, una SUV de diseño muy atractivo y original que, de hecho, fue galardonada por el comité editorial de FastMag como Auto del Futuro, dentro de los premios al Auto del Año 2015. Este crossover de siete plazas destaca por ofrecer prácticamente el mismo desempeño del Model S, pero con una capacidad de carga mayor. Su batería con capacidad de 90 kWh le permite un rango de 470 km y una aceleración de hasta 3.4 segundos para el 0 a 100 kph en la versión P90D. Su característica mas distintiva son las puertas traseras, que se abren hacia arriba en forma de alas de halcón. Tienen la ventaja de poder abrirse en estacionamientos estrechos pues sobresalen de la carrocería apenas 30.5 cm lateralmente.
Dos modelos que ya se pueden comprar al poniente de la Ciudad de México, y que si bien tienen un precio que no es para cualquiera, tampoco lo es el de modelos equivalentes de cualquier marca premium alemana. ¿Serán suficientes sus atributos para que sus clientes los volteen a ver antes que a un Audi, BMW o Mercedes, por ejemplo? Nosotros creemos que si, máxime con los costos tan elevados de los combustibles, y aderezado con el tristemente celebre “Hoy no Circula” que, desde luego, no afecta a Tesla.
-Victor Ortiz (@VicOrtiz78)