En teoría Ferrari tiene todo lo necesario para ser campeón en 2020: presupuesto envidiable, equipo integrado (motor y chasis propios), túnel de viento en casa y esa “magia” capaz de atraer al mejor talento disponible en el automovilismo. Sin embargo, todo esto no ha servido para concretar un título de pilotos desde 2007 ni de constructores desde 2008.
Ha habido hasta cambios estructurales en estos años, pero lo que permanece como constante es la pasión dentro del equipo y por parte de sus seguidores leales (tifosi) que ninguna otra escuadra ha podido igualar.
Revisemos lo que indica que 2020 podría ser su año:
Los pilotos
Probablemente el mayor reto este año es el manejo de sus volantes. Esto se hizo mucho más evidente después del GP de Brasil 2019, año en el que la dinámica de arrancar con Vettel como #1 fue cambiando en el transcurso de la campaña. El contrato de 5 años que firmó Leclerc en diciembre indica la apuesta de Ferrari a futuro y hace que Seb considere su lugar dentro del equipo al que llegó en 2015 –teniendo cuatro títulos con RBR– con la intención de emular a Schumacher y pasar a la historia.
Por lo visto el alemán tiene dos opciones en 2020:
- Convertirse en un #2 bueno al estilo Raikkonen, Barrichello o Massa.
- Ganarle a Leclerc.
Siendo un tetracampeón, la primera es muy poco probable.
Lo que significa que tendrá que mejorar considerablemente, reduciendo errores y redescubriendo el nivel que sabemos que tiene. Vale la pena recordar que este es su último año de contrato con Ferrari. Mattia Binotto confirmó que para 2020 Vettel y Leclerc tendrán igualdad total, esto con la esperanza de que el respeto que les demuestre a sus pilotos con el trato igualitario sea retribuido con comportamiento bueno de ambos en la pista.
El equipo
En comparación, los de Maranello tienen un personal joven y Binotto tiene apenas un año como jefe. La filosofía de trabajo previa –con base en el miedo– de la dupla Marchionne-Arrivabene es muy diferente al enfoque más técnico de Mattia, quien tiene todo el apoyo del CEO de Ferrari, Louis Camilleri, proveniente de Phillip Morris, el patrocinador principal de la Scuderia.
Parte de la fortaleza de Mercedes en el sexenio turbohíbrido es la ideología de culpar al “problema” y no a la “persona”, y sus resultados hablan por sí solos. Binotto debe implementar su estilo propio y no nada más copiar a los alemanes, pero parece ser que quieren un cambio de filosofía total de trabajo a largo plazo. En general, el común denominador que hace ganadores a los equipos es la estabilidad y la continuidad. Esa doctrina debe reflejarse en el trabajo de los fines de semana de carrera, con menos errores estratégicos y mejor organización operativa en la escuadra.
El auto
Aunque los resultados en el campeonato no lo reflejen, en dos de los tres últimos años Ferrari tuvo un auto para pelear el título. En 2017 y 2018 su desempeño estaba a la par del Mercedes en suficientes fines de semana para aspirar a la corona, pero errores del piloto, estratégicos, operativos y de confiabilidad previnieron que eso se diera. En la segunda mitad de 2019, el Ferrari anduvo bien otra vez y en algunas pistas era el auto a vencer. Para 2020 no hay cambios ni en las reglas ni en las llantas, esto me hace pensar que la temporada será una continuación de la segunda mitad de 2019 en la que Ferrari, Mercedes y RBR estuvieron muy parejos.
Hay dos factores clave en el resurgir de los escarlata en 2019 que seguirán siendo fundamentales en este año.
El primero fue la ventaja en potencia del motor. Obvio nadie se queda estático en F1 y los demás presentarán mejoras, pero Binotto habló de cambios “significativos” en la arquitectura del motor y el diseño de los cilindros, con lo que esperan mantenerse delante de sus rivales.
No obstante, eso no es suficiente para ganar el campeonato. La deficiencia aerodinámica del chasis SF90 vs el RB15 y el W10 se reflejaba en un auto muy rápido en las rectas que perdía mucho tiempo en las curvas lentas y medianas. Las victorias en Monza y Spa (de rectas largas) eran esperadas, pero el triunfo en Singapur fue un parteaguas. No se creía que Ferrari anduviera tan rápido ahí, pero unas mejoras aerodinámicas descubrieron el desempeño que faltaba. Este fue el momento más importante en el año para el desarrollo de coche, ya que pudieron arreglar el problema y seguir un camino claro en el desarrollo del SF90.
De acuerdo con el desarrollo visto, no hay razón para pensar que el SF1000 de 2020 no será competitivo.
Los rivales
Los demás equipos no estuvieron sentados en el invierno, especialmente Mercedes. Mientras Ferrari ha lidiado con problemas diversos durante los últimos años, los teutones tienen una tendencia al alza, aun después de sus seis títulos consecutivos. La escuadra alemana ha demostrado ser la más profesional, organizada y la que mejor ha llevado su desarrollo, y no hemos contado a Lewis Hamilton.
También hay que considerar a Red Bull, el cual hacia el final de 2019 era más rápido que Ferrari en algunos circuitos. Tienen al genio de Adrian Newey diseñando los mejores chasises de la F1 y el resurgimiento de Honda, que parece que ya encontró el camino con su motor. Además tiene a Max Verstappen, quien en verdad es un campeón futuro.
PRONÓSTICO
Si la Scuderia se enfoca y hace uso bueno de todos sus recursos, no hay razón por que no pueda ser éste un año “Rosso”.