Introducción

México está dividido desde hace varios años y no hablamos de política, sino de deporte motor, a causa de un piloto tapatío llamado Sergio Pérez, más conocido como “Checo”.

Existe una facción conocida como los “Checolovers” que idolatra a piloto mexicano de Fórmula Uno, lo considera el mejor deportista mexicano de la historia y ve todos sus logros, por menores que sean, como hazañas dignas de ser inmortalizadas en la tradición oral del pueblo mexicano; si por ellos fuera su nombre ya estaría en letras de oro en la Cámara de Diputados, cosa que (todavía) no se ha atrevido a proponer su padre, quien es diputado de Morena además de principal propagandista del piloto.  Del otro lado están los aficionados que conocen un poco de la historia del deporte, y son un grupo más crítico que reconoce sus virtudes, pero también conoce sus limitaciones como piloto. En suma, una división que ha partido al país en dos con un bando que tiene ánimo nacionalista y apoyo incondicional de un lado, contra otro que muestra escepticismo y apoyo razonado al tapatío. Y existe un tercer grupo, mayoritario, los “panboleros”, que no tiene ni idea de en qué equipo juega “Checo”.

No existe duda de que Sergio es un gran deportista de clase mundial uno de los mejores 20 en el planeta que compite en la considerada como la categoría premier del automovilismo, la F1.  Nadie discute que es un piloto ganador, que ha ido ascendiendo poco a poco durante sus 13 años en la categoría y ha logrado el subcampeonato precisamente en esta decimotercera campaña, por lo que ahora le queda un peldaño más para coronarse campeón del mundo. En eso se centra el análisis, en las posibilidades reales del mexicano para dar ese paso final y llegar a la cima de deporte motor.

Sergio (Foto RBR)

Progresión Natural

Los deportistas normalmente son jóvenes y alcanzan su nivel máximo nivel de rendimiento físico antes de los 30 años de edad, lo mantienen unos años y luego empieza el declinar que puede ser muy abrupto o, en el caso de los pilotos generalmente, progresivo. Entre los volantes un porcentaje calculado en uno de cada siete sobrepasa los 40  e incluso llegan  a los 50 años de edad con facultades casi intactas y compensan la pérdida en reflejos que dicta el tiempo con la experiencia que les permite la anticipación conductiva, lo cual alarga sus carreras, algo impensable en deportes como el atletismo o la natación.

Sergio está a unas semanas de cumplir 34 años de edad y tiene una carrera de 13 años en la F1, por lo que en 2024 iniciará su temporada 14en el Gran Circo.  En la porción de HITOS de la tabla que acompaña este artículo se pude ver su progresión desde que llegó a la F1 en 2011, y como ha variado su desempeño e una curva poco inclinada hasta 2019 y con mucho mayor avance de 2020 a la fecha, que coincide con la llegada del “Mercedes rosa” que manejó para obtener su primer triunfo, y su posterior paso a un equipo de punta, el Red Bull Racing (RBR), donde lleva tres campañas y empezará la cuarta en unos meses.

La progresión lo lleva de nunca haber quedado más arriba del séptimo sitio general, a ser cuarto en 2020 y 2021, avanzar a tercero en 2022 y lograr el subcampeonato en 2023.  Y eso podría indicar que el siguiente peldaño, el título, está al alcance en 2024 por una progresión natural de su habilidad conductiva., lo cual definitivamente es posible.

Checo (Foto Pirelli)

Sin embargo, hay consideraciones que deben ser tomadas en cuenta antes de lanzar las campanas al vuelo.

 

Factores Externos – Auto, Coequipero, Peso , Estilo

El deporte motor, en este caso la F1, es un deporte de equipo aunque se compite individualmente; todas las escuadras tienen dos pilotos, por lo que hay otro hombre que disfruta de los mismos componente técnicos que maneja Checo, no hay una ventaja competitiva ahí, aunque pudiera haberla frente a los demás pilotos y equipos participantes, como ha sido el caso en los dos años más reciente en los que RBR ganó el título de constructores.

La montura de los pilotos es determinante, un gran piloto en un auto malo no va a ganar, pero un piloto mediano en un auto tiene probabilidades muy altas de ganar. El auto es igual para ambos pilotos en un equipo como RBR, pero en el caso del RB18 de 2022 y el RB19 de esta campaña, han sido muy superiores a los del resto de la competencia de F1, ahí existe la ventaja competitiva externa, que no interna.  En 2022 los de RBR ganaron 17 de 22 carreras (77.27%) y en 2023 elevaron el numero a 21 triunfos en 22 GPs (95.45%). Sin embargo, la distribución de victorias no ha sido equilibrada al interior de la escuadra con sede en Milton Keynes, pues Max ganó 15 veces en 2022 (88.24% de los triunfos de RBR) y 19 en esta campaña recién finalizada (90.48%), dejando sólo dos victorias al mexicano en cada temporada. En tres años como coequiperos Sergio ha tenido cinco victorias y Max ha ganado 44 veces (89.8% de las victorias de RBR en ese trienio).

Al haber un coequipero, este se vuelve el rasero con el cual un piloto puede ser medido, mismo equipamiento sólo cambian los atributos personales. Existiendo un límite de peso en la F1 (798 kg incluyendo al piloto, con llantas de seco y sin combustible ni lubricantes), los autos son construídos con la mayor ligereza posible y el peso mínimo se alcanza con lastre. Por ello, para los ingenieros siempre será preferible un volante más liviano, como es el caso de Sergio frente a su coequipero Max Verstappen, pues deja más espacio para lastrar el auto en los sitios en los que se alcanza un balance mejor. Checo pesa uno 63 kg, Max pesa 72kg, y en un auto esencialmente igual -con las modificaciones necesarias como hacer que el piloto más alto tenga una posición ligeramente más inclinada de manejo y los pedales un poco más profundos en el habitáculo- los ingenieros tienen hasta nueve kilogramos más de lastre para aplicar en el de Sergio para balancearlo en su punto óptimo. El auto es neutral y cada piloto lo adapta a su estilo de manejo y sus preferencias específicas que lo hacen más subvirante, por ejemplo, si es el tipo de manejo que prefiere.

Sergio Pérez (Foto Pirelli)

Hitos

El avance estadístico es innegable en la mayoría de las categorías, empezando por la de Triunfos ya que en las últimas cuatro campañas Sergio ha igualado o mejorado el número de victorias de su campaña anterior con un tope de dos en las dos campañas más recientes. En materia de Podios podemos ver que en sus primeros 10 años en F1 tenía 10 podios y en sus tres campañas con RBR tienen 25, pero los cinco del primer año, pasaron a 11 el año pasado y bajaron a 9 en 2023, lo cual es un primer signo inquietante.

En cuanto a la Posición de Privilegio (PP) Sergio no tenía hasta que llegó a RBR y duplicó su cantidad en la temporada pasada, que es una mejoría engañosa en términos relativos pues creció 100% cuando pasó de 1 a 2 en términos absolutos, pero mejoría al fin.  La Vuelta Rápida en carrera (VR) nunca ha sido una especialidad del tapatío que tenía cinco en 10 campañas y ha obtenido la mayoría de su botín en RBR poniendo un récord personal de tres en 2022, aunque este año que termina bajó a dos.

Lo que encontramos es que ha ido mejorando paso a paso su colocación en el campeonato hasta llegar a ser segundo, pero en la campaña más reciente se ha estancado o incluso bajado en materia de Triunfos, Podios y VRs y solo ha subido en PPs.

Checo Pérez (Foto RBR)

Puntos

Esta parte de la tabla es la más indicativa ya que muestra diversos rubros tanto en términos absolutos como relativos.  El crecimiento de Sergio ha sido constante desde su arribo en 2011, logrando incrementar sus totales casi cada año pese a las vicisitudes de su carrera con el año perdido en McLaren, el hundimiento de Force India y la resurrección en Racing Point, hasta llegar a RBR donde finalmente tuvo oportunidad de llegar a su equipo a conseguir el título de constructores.

La columna de puntos muestra su crecimiento hasta 2022, pero en 2023 ya no alcanzó el total del año anterior, algo similar a lo sucedido en la mayoría de los Hitos ya analizados. Yeso se refleja en la columna de porcentaje respecto al total de puntos posibles, que también denota una mejoría constante pese a lo cambiante del número de carreras y la aparición de los Sprints, que han elevados los números totales de puntos en años recientes. De nuevo lo preocupante es que en 2022 Checo había obtenido más de la mitad de los puntos posibles, pero ya bajó en 2023 a un porcentaje de 4 de cada 9, otra caída en sus números cuando había tenido un inicio de ensueño con do victorias en las cuatro carreras iniciales.

Más relevadora es la columna de porcentaje de puntos al interior de su equipo, pues Sergio había sido el piloto que más aportaba a su escuadra en 7 de las 10 temporadas iniciales antes de llegar a RBR. Ahí en la primera campaña, 2021, apenas llegaba al tercio del total, atribuíble a ser nuevo, y a tener que ceder para apoyar la batalla por el título de su coequipero contra Lewis Hamilton. Para 2022 aporto 2 de cada 5 puntos del equipo, pero en este año regresó a su lugar de comparsa  con 1/3 de los puntos logrados por RBR, haciendo efectiva la balandronada de Max de que él solo le hubiera dado el título a RBR con sus puntos.

Sergio en Miami (Foto Luis Ugarte-FAStmag)

Conclusión

Las estadísticas muestran una tendencia, que no está escrita indeleblemente y puede revertirse, pero en general indican el camino del futuro.  Los números marcan una tendencia ascendente en Sergio hasta 2022, pero un retroceso en 2023, notorio en casi todas las categorías. Sin embargo avanzó al subcampeonato mundial, dirán los aficionados acérrimos del tapatío, pero esa anomalía puede explicarse por una temporada atípica en la cual nunca tuvo un contrincante definido por el subtítulo: en el inicio fue Fernando Alonso, pero luego se cayó la escuadra verde y Lewis Hamilton tuvo más constancia, aunque acabó sin fuelle; al final fueron los volantes de Ferrari los que tomaron la estafeta de esa batalla; McLaren no funcionó en la primera mitad y ya era demasiado tarde en la segunda parte del año para pelear algo.  O sea, nadie corrió bien todo el año y pese a todo Sergio sufrió para quedar segundo, muchas carreras después de que su coequipero ya estaba coronado en un auto similar.

A la vez, no había existido un subcampeón que tuviera menos de la mitad de puntos de los que tuvo el campeón, y Sergio tuvo 49.57% de los puntos que obtuvo Max, y la comparación con su coequipero es brutalmente indicativa de la diferencia que existe entre el piloto número uno y el piloto número dos, en este caso el mexicano. Ellos son la tercera pareja con más victorias como coequiperos en la historia de F1 con 49, pero Sergio aporta apenas 1 de cada 10 de esas victorias, aunque las otras dos duplas que los preceden, Lewis y Valtteri Bottas y Michael Schumacher y Rubens Barrichello en ambos casos subcampeones tuvieron 1 de cada 12 victorias, y Sergio no ha caído tan bajo todavía.

Entonces el problema de Sergio es que tiene un coequipero que sigue mejorado y no ha tocado techo, mientras que él ya tocó techo en su carrera y no va a subir más, está en la etapa de mantenerse como un segundo piloto bueno, apoyo para la obtención del título de constructores, pero no material de campeón mientras esté Max Verstappen en su mismo equipo. Y si se aplica la solución que plateaba Gerhard Berger en su relación como coequipero de Ayrton Senna (platicada en los programas de SCUDERIA Y MOTOR SAPIENS respecto al síndrome de Berger) que es irse a otro equipo, pues es dudoso que en esta era con reglas congeladas alguien pueda retar a RBR por el título; para cuando cambien las reglas en 2026 Sergio ya tendrá 36 años y la tendencia declinante de su desempeño seguirá cayendo.

En suma, los números no tiene favoritos sólo muestran tendencias y estos nos marcan que a menos que algo cambie drásticamente, Sergio ha llegado a su tope y nunca será campeón de Fórmula Uno. Pero siempre será un campeón para los mexicanos, por su determinación y resultados en la pista que han reactivado el fuego y la pasión de sus compatriotas por el deporte motor.