Llegó el mes de agosto, lo que significa que está cada vez más cerca el debut de Alessandro Zanardi en el DTM.
Los días 25 y 26 de este mes, el italiano participará como invitado de BMW en la primera carrera nocturna que la serie de autos turismo organizará en su historia, en el Circuito de Misano, Italia, donde a diferencia de otras categorías en las que ha participado, como el Blancpain GT o el antiguo WTCC, no utilizará su sistema de prótesis de sus piernas.
Y es que el vehículo M4 de la marca alemana implementó el sistema de «freno de mano» que acompaña a los controles de su volante, que tienen el objetivo de darle mayor ventaja y comodidad para afrontar el formato de dos competencias de una hora que constituye a la serie.
«Cuando comenzamos a estudiar el proyecto Daytona 2019, le dije a los ingenieros que este era el cambio principal que debíamos mirar», explicó. «Y cuando me ofrecieron manejar el DTM en Misano, ya habíamos hecho trabajo suficiente y progreso para creer que manejar sin mis piernas prostéticas podría ayudarme también al rendimiento».
«La ventaja que logro manejando de esa forma, físicamente hablando, se vuelve más grande en cada vuelta. ¡No puedes imaginar la diferencia!».
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En los seres humanos, la circulación de la sangre a través de las extremidades permiten mantener y regular una temperatura corporal adecuada y, por ello, mejor rendimiento y concentración. Para las personas que utilizan prótesis, la temperatura aumenta por un «efecto de vacío» que no permite ningún tipo de transpiración.
Por ello, el ex piloto de Fórmula 1 y bicampeón de CART/IndyCar ha practicado todos los escenarios que implica no utilizar sus aparatos, como el subirse al auto, el cual asegura que es «diez veces más fácil» y más rápido sin ellos, o los casos de tener que estacionar su vehículo en alguna parte del circuito.
«El plan es subir al auto con mi silla de ruedas y después saltar al habitáculo; después, (se hace de) la misma manera para salir», compartió. «Y en caso de que me detenga incidentalmente en el circuito y tenga que salir del auto de prisa… bueno, no será lindo para los que estén viendo, pero les prometo que de todos modos puedo manejar más rápido con mis brazos en el pasto o grava que lo que lo haría con mis piernas ficticias».
Por supuesto que la participación de Zanardi no pasa desapercibida en el paddock del DTM. Tanto su director, Gerhard Berger, como los veteranos Gary Paffett y Timo Glock celebran su incorporación, aunque sea por una carrera, suficiente para volver a recordarnos el valor de la perseverancia.
Aunque el nivel de competencia será duro, el combinar elementos como las altas velocidades en curvas, el bajo peso y temperaturas menores de las máquinas, en comparación con un GT, podrían compararse con el manejo de un monoplaza, a decir de Bruno Spengler.
El Dr. Riccardo Ceccarelli, una de las eminencias de la preparación física y mental en competencias europeas, afirma que el aspecto físico no será un mayor problema que, por ejemplo, la intensidad con la que vivirá una carrera de tan poca duración.
«Es más una adaptación del lado mental porque, al momento, su experiencia está en el área de resistencia, en paraciclismo y automovilismo», indicó. «Para él, será cuestión de prepararse para estar mentalmente listo para la calificación y después ir al ataque en una carrera sprint».
Zanardi correrá en las «24 Horas de Daytona» en enero de 2019.