Michael Schumacher corrió en el Nordschleife del Nurburgring en un Mercedes 2011 de F1 en su papel como embajador para el fabricante alemán. La demostración fue previa a las 24 Horas del Nurburgring y era la primera vez que un auto contemporáneo de F1 corría en el emblemático circuito desde que Nick Heidfeld manejó un BMW Sauber ahí en 2007. “Dar una vuelta en un ‘Flecha Plateada’ en el más hermoso y retador circuito del mundo, qué combinación tan brillante, es el sueño de todo piloto de carreras”, dijo Schumacher. La pista de 22.7 kilómetros albergó un gran premio por última vez en 1976, cuando Niki Lauda tuvo el accidente que casi lo mató.