NASCAR castigó a Hendrick Motorsports por modificar las persianas de sus cuatro autos sin aprobación, aunque el equipo hará una apelación.
El viernes pasado, durante el primer día de actividades en el óvalo de Phoenix, los oficiales de la categoría confiscaron los elementos mencionados, que ayudan a ventilar la parte delantera de los coches, para analizarlas en su Centro de Investigación y Desarrollo de Concord, Carolina del Norte.
Este miércoles, en el reporte de sanciones semanal, se determinó que los autos No. 5 de Kyle Larson, No. 9 de Josh Berry, No. 24 de William Byron y No. 48 de Alex Bowman perderán 100 puntos y a sus jefes de mecánicos se les suspenderá por cuatro carreras y se les multará con 100 mil dólares cada uno, al ser una infracción de nivel L2.
A los pilotos también se les deducirá esa cantidad de unidades, exceptuando a Berry, quien compite en la serie Xfinity y es sustituto de Chase Elliott. Si califican a playoffs, se les quitará diez puntos.
A nivel colectivo, la suma total de la multa asciende a 400 mil dólares, convirtiéndose en la más grande que un equipo ha recibido en la historia de NASCAR, superando los 200 mil que se le impuso a Carl Long, junto con una suspensión de 12 semanas, por usar un motor con medidas mayores a las que estipulaba el reglamento en 2009.
NEWS: NASCAR issues a deduction of 100 owner points, 100 driver points, and 10 NASCAR Playoff Points to the Nos. 5, 24, 31, & 48.
The No. 9 team has been issued a deduction of 100 owner points and 10 NASCAR Playoff Points. pic.twitter.com/WlX83RmARS
— NASCAR (@NASCAR) March 15, 2023
Elton Sawyer, Vicepresidente de Competencia, no quiso ahondar en detalles respecto a qué parte de las persianas se modificaron, pero Hendrick apelará los castigos, argumentando la falta de comunicación de parte de NASCAR.
La escuadra afirma que, 35 minutos después de la apertura de los garajes, acudieron a una inspección voluntaria, en la cual se identificaron las persianas. Cuatro horas después se les confiscaron las piezas, sin comunicación previa. También afirman que la situación no influyó en el rendimiento de sus autos en la calificación y la carrera, ganada por Byron.
«Estamos decepcionados con la decisión de hoy de NASCAR de emitir sanciones y hemos optado por apelar», se indicó en un comunicado de Hendrick, argumentando tres motivos:
- Las persianas proporcionadas a los equipos, a través del proveedor obligatorio de fuente única de NASCAR, no coinciden con el diseño presentado por el fabricante aprobado por NASCAR.
- Comunicación documentada inconsistente y poco clara, por parte del organismo sancionador, específicamente relacionada con persianas.
- Las sanciones comparables recientes emitidas por NASCAR se han relacionado con problemas descubiertos durante una inspección posterior a la carrera.
No obstante, el equipo no ejercerá la opción de retrasar la suspensión de sus ingenieros principales, sea cual sea la resolución definitiva.
A Justin Haley y al auto No. 31 de Kaulig Racing también se les castigó con pérdida de 100 puntos en los campeonatos de piloto y propietarios, diez unidades en caso de calificar a playoffs y suspensión de cuatro semanas con multa de 100 mil dólares para su ingeniero principal.