DIRECCIÓN
La del Lotus Evora 400, supremamente táctil y comunicativo, con un peso maravillosamente positivo y balanceado al bloqueo o la del Ariel Nomad, apenas con carga, cuya trompa no asistida puede retroalimentar puramente.
MOTOR
Sin duda el del Ferrari 488 GTB, porque ha conseguido, de un plumazo, lo que McLaren aún no ha podido perfeccionar: una respuesta sobresaliente, un torque enorme, un sonido electrizante y un despliegue de potencia gradual, de un V8 turbocargado de tamaño reducido.
AMBIENTE DE MANEJO
El del Porsche Cayman GT4: con controles e instrumentos que importan precisamente donde los quieres; todo es perfectamente legible, útil y proporcionado; asientos brillantes y sin espacio para cosas sin sentido.
AERODINÁMICA
Porsche 911 GT3 RS. Amo el separador deformable, las ventilas en los arcos de las ruedas frontales y el alerón amplio. Como alternativa, el Radical RXC500 que genera niveles increíbles de adherencia, pero es un verdadero auto de carreras, como el Nomad.
SONIDO
Fácil: el del Lamborghini Aventador SV. Ruidoso, crudo, violento y sin adulterar. Mitad V12, mitad sierra eléctrica, o en su defecto el del Ferrrari F12tdf, cuyo V12 de aspiración normal suena como debería hacerlo un F1.
FRENOS
Los del Ariel Nomad, que no son poderosos con amplitud, ni tienen ABS, pero te hacen querer ser un mejor conductor. El pedal es brillantemente sensible y exactamente donde necesita serlo para los cambios hacia abajo. El resto depende de ti.
SUSPENSIÓN
La habilidad del Ariel Nomad para desvanecer las imperfecciones en la superficie está en otro nivel respecto a todo lo que hemos manejado. Y además tiene la habilidad de entretener como el mejor súper auto.
TRANSMISIÓN
La del Mazda MX-5, por su calidad sublime de cambios manuales, corta y compacta de acción, y mecánicamente detallada. Sin excusas: si realmente es muy difícil o muy caro diseñar una gran caja manual en 2015, ¿cómo Mazda puede hacer una en un auto tan barato?