Para 2017 Lorenzo emigra desde la única firma que ha conocido en su paso por la clase superior del motociClismo, Yamaha, a Ducati. Pero nuestros expertos debaten sobre si  se va motu propio u obligado por las circunstancias (léase valentino Rossi)…

LORENZO SE VA PORQUE QUIERE

Jorge Lorenzo tiene algo muy claro: sólo cinco pilotos de motociclismo han logrado títulos en la máxima categoría con dos marcas distintas (Geoff Duke, Giacomo Agostini, Eddie Lawson, Valentino Rossi y Casey Stoner). No sólo eso, lograr un título en Ducati sería lograr lo que Valentino Rossi no pudo hacer en su fugaz paso por la marca italiana.
Esto hace que se vuelva lógico que el siguiente paso para Lorenzo sea demostrar que él es más que un simple campeón y que pertenece a un grupo más selecto que los 26 campeones de motociclismo existentes. El español obviamente no podía ir a Honda donde ya hay un piloto alfa en Marc Márquez, pero Ducati es otra historia y el lugar perfecto para demostrar que puede lograr aún más.
Los italianos están en ascenso y necesitan dar ese paso para regresar a la élite mundial, por lo mismo, la alianza con el actual campeón del mundo es beneficiosa para ambos. Por otro lado, después de ocho años en Yamaha, Lorenzo también se puede beneficiar de trabajar como líder de un equipo y no sólo un equipo con dos pilotos iguales.
El único problema que veo con este anuncio es que fue demasiado temprano en la temporada y eso podría afectar la balanza interna del equipo Yamaha. Hasta el momento de escribir esto, no ha sido así, pero queda más de la mitad de la temporada y falta mucho para ver si es necesario ayudar a que el título se quede en el equipo.
Mientras tanto, Lorenzo probará nuevas pasturas y sólo el tiempo nos dirá si podrá elevarse aún más en la historia del motociclismo.

 

ROSSI LO FORZÓ A EMIGRAR

Durante 2015 Jorge Lorenzo se hizo a un lado en la batalla que libraban Valentino y Marc ante las acusaciones que el italiano lanzaba sobre el joven bicampeón de la MotoGP. Lorenzo fue campeón por tercera ocasión y se disponía a saborear las mieles del triunfo en 2016 cuando Yamaha decidió ofrecer lo mismo en materia de contratos al campeón que a la leyenda (Valentino, el piloto que más ha ganado y más vende en la categoría) y eso terminó siendo la primera piedra del puente que llevaría al español a Ducati. Rossi, con gran visión, optó por firmar el contrato de dos años rápido y al mantenerse como piloto de Yamaha eso fue la segunda piedra.
El último paso fue una movida quirúrgica del Doctor: declaró que Jorge estaría en Yamaha con él porque no tenía el valor para tomar el reto de Ducati. En otras palabras, le dijo que no estaba a su nivel y que podría sumar títulos pero no prestigio.
Lorenzo se enganchó totalmente y se marcha para Ducati donde podrá tener un equipo completo a su disposición sin compartir garaje, donde podrá buscar ser un histórico con títulos en dos marcas diferentes, donde podrá buscar el éxito que Rossi no logró en dos temporadas, donde podrá buscar estar al nivel de Valentino y salir de su sombra de una vez por todas.
Ducati no es mala elección, pues parece ir de subida y 2017 podría ser un año de pelea para ellos si logran tener la constancia que durante la presente temporada no han alcanzado, pero es una apuesta que nadie sabe si efectivamente podrá poner al mallorquín en una moto como la de Stoner en 2007 o las de Rossi en 2011-12.
Al final no importa lo que declare Lorenzo respecto de su partida pues la decisión no la tomó él, la decisión la tomó Valentino que supo jugar mejor con las cartas y orilló a que su coequipero se vaya de la firma de los tres diapasones lo cual deja al italiano con mejores oportunidades para sus últimos años en la MotoGP.