Tras una batalla feroz con Daniel Suárez, que se decidió por una pinchadura, Rubén Rovelo se impone en la apertura del campeonato.
El Autódromo Monterrey es el más difícil de los circuitos que enfrenta el campeonato de NASCAR México, aunque las chicanas lo han hecho un poco menos riesgoso y más lento en los últimos años. Elegido para la apertura de la campaña 2012, 37 pilotos se apuntaron en las prácticas y fue el local Abraham Calderón el que logró el mejor tiempo para la Posición de Privilegio con 69.991 segundos –único en romper la barrera de 70”– para el circuito de 3.2 kilómetros. Con 30 clasificados, el domingo soleado y caliente como es costumbre en Monterrey, vino la llamada carrera de “última oportunidad” en la cual participaron siete pilotos en busca de tres sitios para la carrera del domingo. Lograron pasar Rodrigo Peralta, Rodrigo Marbán y el ganador, Héctor Aguirre, quienes arrancarían en las últimas filas de la parrilla para la Regia 200.
La estelar estaba pactada a 63 giros y desde la bandera verde Calderón se fue al frente presionado por el capitalino Rovelo y el local Suárez, quienes habían calificado en las siguientes posiciones y traían un duelo aparte. Para el décimo giro la presión era insostenible y Abraham cayó al tercer sitio, sin despegarse de Rovelo, quien intercambiaba el sitio con Suárez con frecuencia. Los contactos estaban a la orden del día, pues a muchos pilotos les fallaban los frenos al final de la recta y usaban al auto de adelante para aminorar el paso, provocando también varios despistes espectaculares y frecuentes banderas amarillas.
Habiendo transcurrido ya dos tercios de la prueba, con la mayoría de los pilotos habiendo cubierto sus paradas reglamentarias en los fosos vino un choque grande en la recta, cuando transcurría el giro 44. La recta quedó bloqueada y el director de carrera determinó sacar la bandera roja y suspender la competencia en lo que se limpiaba la pista y se quitaban los autos que habían quedado demasiado dañados para seguir, entre ellos los de Hugo Oliveras, Luis Felipe Montaño, Rubén Pardo, Rafa Martínez, Alex Capín, Irwin Vences y Homero Richards Otros autos también quedaron dañados aunque fueron reparados y pudieron regresar a la lid, como los de Rodrigo Marbán y el del internacional Salvador Durán, debutante con la Escudería Telcel en una substitución de último minuto por el tricampeón Germán Quiroga, quien está buscando el apoyo para correr en una de las tres series grandes de NASCAR en Estados Unidos.
En el reinicio se produjo otro incidente, pero Suárez y Rovelo se escaparon del pelotón y con un ritmo frenético, derrumbaron la Vuelta Rápida –que finalmente sería para el local con 71.048 segundos– hasta que un pinchazo dejó rezagado a Daniel. Calderón, quien era el tercero en discordia se quedó con fallas en la dirección hidráulica, mientras Rogelio López III dejaba ir a Rubén con problemas en la bomba de gasolina de su auto. Eso permitió que ascendieran Jorge Goeters, quien ocupó el podio pese a problemas con los frenos desde el día anterior, y su hermano, el ganador de 2011, Patrick, mientras Toño Pérez, quien arrancó en el sitio 17, remontó al sexto detrás de Rogelio.
Al final, Rubén declaró: ”Ha sido una carrera genial, divertida, competitiva, con una pelea cerrada con Daniel Suárez y que finalmente ha resultado con un triunfo para mí y la Escudería Telmex. Gracias a todo el equipo por el gran auto que me dieron, y tengan la seguridad que vamos por más”.