Romain Grosjean se sintió como un novato real cuando dio sus primeras vueltas en un óvalo, en el marco de una prueba que cinco equipos de IndyCar organizaron ayer martes en Gateway.
El francés completó 166 vueltas en su auto de Dale Coyne Racing w/Rick Ware Racing, en lo que se consideró una prueba de evaluación para poder competir en este tipo de pistas, comenzando por la Bommarito Automotive Group 500 del próximo 21 de agosto.
Pese a tener un medio trompo a velocidad media-baja en la Curva 2, Grosjean tuvo su primer acercamiento a las condiciones que enfrenta un piloto de la serie en óvalos, desde ir en solitario, correr en grupo, manejar de día y de noche.
Al final, marcó el octavo mejor tiempo entre los once participantes en el ensayo, siendo el cuarto con la mayor cantidad de giros, equivalente a dos tercios de una distancia total de carrera.
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«Fue bastante bueno. Fue mi primera vez en un óvalo y es muy, muy diferente a todo lo que he hecho antes», explicó. «Entonces, obviamente, tengo mucho que aprender sobre los óvalos, desde la sensación del auto, hasta cómo ir rápido y la sensación de saber lo que necesito en el auto».
«Quiero decir que todos los que piensan que manejar en un óvalo es fácil… ¡lo están haciendo completamente mal! De hecho, es muy duro y especial, pero me divertí mucho».
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«Pasamos el día y reunimos mucha información. En ese aspecto fue súper positivo. Trabajamos bien y aprendimos que podíamos sacar más rendimiento del auto, lo cual es genial. Al final del día, en la tanda última y larga, el auto se sentía muy bien y estaba contento con él. Creo que eso fue clave para nosotros hoy, obtener algunos datos clave, hacerme sentir cómodo en el auto y poder atacar a largo plazo».
De esta forma, Grosjean cumplió con el requerimiento que necesitaba para poder competir en este tipo de pistas, siendo también un paso fundamental para competir de tiempo completo, con las «500 Millas de Indianápolis», en 2022. Medios estadounidenses lo colocan como candidato para ir por el título con Andretti Autosport.
La prueba fue aún más especial porque su familia estaba presente, lo que transmitió confianza para manejar en óvalos.
«Me hace feliz que estén aquí, y creo que les hace sentir mejor que estén conmigo hoy. Creo que en realidad resultó muy bueno que estuvieran aquí», aseveró.
Grosjean suma una PP y una pole en siete apariciones hasta este momento en su primer año en IndyCar, mismo en el que sólo ha corrido en circuitos permanentes y callejeros. Actualmente es 16º en el puntaje, situándose delante de cinco pilotos que han disputado todas las carreras.
La siguiente cita del campeonato será el 8 de agosto en las calles de Nashville.
