Ricardo Sánchez vivió un año con muchos retos y vaivenes, pero sin perder la esperanza de que habría cosas buenas por venir.
Después de pertenecer a Nissan NISMO por más de cuatro años, el mexicano enfrentó un 2019 con frustraciones y satisfacciones, siendo la victoria que consiguió en su debut en la European Le Mans el mejor momento, así como su participación en la Porsche SuperCup en México, su primera carrera a nivel profesional en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
«Este acuerdo que conseguimos fue muy bueno», comentó durante su participación en la capital del país. «He ido por algún camino que pensábamos que era el correcto, pero nos tuvimos que salir de un equipo y caímos en manos mejores».
«Se nos han abierto muchas puertas, estoy muy bendecido. Hay alguien allá arriba que me está llevando por el camino correcto».
Y es que el año se ha tratado de intentar hallar las oportunidades correctas, muchas de las cuales no resultaron lo esperado. Al iniciar actividad en la Copa Endurance de la Blancpain GT con el respetado equipo Audi Sport Team WRT, en la clase Silver Cup, una llanta ponchada en Monza le impidió alcanzar el podio y luego tuvo un abandono en Silverstone.
Fueron sus únicas dos participaciones con el equipo. A la postre, aterrizó en la operación conjunta de Jenson Button y Struan Moore, comenzando en las «24 Horas de Spa», donde a pesar de volver a ser competitivo, se retiró por una falla de motor en su Acura NSX en la última hora de competencia. Una situación similar ocurrió en la final de temporada, en Montmeló, cuando luchaba por posiciones de podio.
Entre estos dos compromisos, para comenzar septiembre, ocurrió el que, quizá, es su suceso más memorable del año: mientras trabajaba como conductor de transporte de la prensa en Silverstone, Proton Competition lo llamó para correr en la European Le Mans y el WEC, una oportunidad tan única como imperdible, pese a las dificultades que un piloto como él vive en el día a día.
«De repente la gente nos ve afuera (y cree que tenemos) jet privado, hoteles y coches de lujo. Quizá en la Fórmula 1 sí, pero abajo es un mundo difícil», confesó.
«Estoy en este trabajo y contacto a este equipo, estamos en negociaciones y les digo que no hay presupuesto. Me dicen ‘Vente porque vives a 40 minutos de la pista. Me cuesta más traer a un piloto de Alemania que tú manejes’. ‘¿Seguro?’ ‘Sí»».
Sin conocimiento del Porsche 911 RSR, Sánchez se agenció el triunfo, a lado de Gianluca Giraudi y Thomas Preining. Fue uno de los dos mexicanos en ganar ese día, ya que Memo Rojas hizo lo propio en los LMP2. En el Mundial de Resistencia, culminó en 11° posición.
Para México, en su presentación del Porsche SuperCup, el toluqueño concretó su acuerdo con MRS Cup-Racing dos días antes de las prácticas. Con el modelo 911 GT3, finalizó en 15° y 18° en una parrilla de 26 coches, en los que fue competitivo pero fue perjudicado por incidentes, en especial en la primera carrera.
Para 2020, mientras su sueño sigue siendo correr y ganar las «24 Horas de Le Mans», el objetivo es no dejar de tocar puertas y encontrar una oportunidad buena en la especialidad de GT, en un momento en el que las series de resistencia continúan en un proceso de evolución constante.
«Son tantas variables que me gustaría saber cuál es el mejor equipo y me voy ahí. Este año estábamos con el mejor equipo y fue de los peores. Como vamos cinco carreras del año o seis, encontrar un resultado bueno en pocas carreras, es muy difícil», explicó.
«El año antepasado, Audi era de los equipos más rápidos, pero este año no. Son muchas variantes. Y luego cambia el nombre de Blancpain (a World Challenge Europa), cambia el Campeonato de WEC y entonces no podemos buscar entrar l año siguiente porque ya empezó. Son tantas cosas, pero igual y a mis patrocinadores les gusta Porsche Cup».
«Lo más importante es mantener a mis patrocinadores contentos y pensar en el siguiente año».