FOTO: Arturo Vega

Para Lewis Hamilton, 2019 fue un año en el que, junto con su equipo, debió enfrentarse a muchos demonios y situaciones mentalmente extenuantes.

Aunque otra vez fue el dominador del Mundial de Fórmula Uno, ni el británico y los miembros de Mercedes no fue el logro más feliz, ante la ausencia de Niki Lauda, quien fuera su Director No Ejecutivo, y el hecho de que dejaron de ser favoritos a la corona en la opinión pública, por la fortaleza que Ferrari exhibió en la pretemporada, pero que concretó hasta la segunda mitad de la campaña.

«De ninguna manera fue el más fácil», dijo tras el Gran Premio estadounidense, al ser cuestionado sobre si fue el campeonato más fácil que ha logrado.

«Ha sido el año más difícil para nosotros como equipo. Perdimos a Niki este año. Un miembro crucial y fundamental de nuestro equipo y la montaña rusa de emociones en la que hemos estado al perderlo, y una carrera (México) en la que no tuve a (su estratega) Bono (Peter Bonnington); fuera del auto, solo traté de mantener la concentración durante todo el año».

«No ha sido fácil para nosotros. Comenzamos la temporada honestamente yendo a Melbourne pensando que íbamos a estar detrás (de Ferrari). Ha sido un desafío verdadero, esta segunda mitad de la temporada. Ha sido la segunda mitad más dura de la temporada que creo que hemos tenido como equipo, luchando contra Ferrari y Red Bull».

«Cada año atraviesas una montaña rusa diferente de emociones para llegar a donde vas. Todos y cada uno de nosotros estamos luchando con algo en la vida. Sea lo que sea: pequeño, grande. Traté de mostrarle a la gente que, desde afuera, las cosas siempre se ven geniales, pero no siempre es así.

«También estoy luchando con muchas cosas diferentes y luchando contra ciertos ‘demonios’ y tratando de asegurarme de que estoy creciendo constantemente como persona».

Hamilton admitió que la pérdida de Lauda lo golpeó más de lo que pensó y dijo que la muerte de Hubert, que lo vio en tiempo real después de la calificación de la F1 en Bélgica, también fue complicado de tratar.

«Realmente fue molesto, hoy lo extraño mucho», declaró sobre el austriaco. «Y no me di cuenta de lo mucho que adoraba al tipo. Ese fue un punto crucial para nosotros al final y también perdimos a un niño (Hubert) en Spa».

«Lo vi en la televisión, lo vi suceder. Cuando ocurre algo así, puede poner muchas dudas en tu mente y alejarte para penar ‘Bien, Dios, ¿es hora de parar o debo seguir adelante?’ Porque hay mucha vida después. Todavía quiero pasar tiempo con mi familia, todavía quiero tener una familia algún día, todas estas cosas diferentes».

«Pero estoy tan cargado, y me encanta hacer lo que hago tanto, que no creo que haya mucho que pueda detenerme en ese sentido».