A un mes de volver a vivir la F1, me gustaría hacer una remembranza de lo que fue el año pasado. Durante 23 años los aficionados mexicanos soñamos con el regreso a nuestro país de la Fórmula Uno y fue en el 2014 cuando nos dieron la noticia inmejorable de que el sueño se volvía realidad. En 2015 retornaba al calendario el Gran Premio de México. Fue una espera larga, pero valió la pena.
Si hay algo que tenemos los mexicanos es que sabemos cómo hacer de todo una verdadera fiesta y ésta no fue la excepción, a pesar del sol extremo un día, la lluvia otro y el viento el tercero; pasamos uno de los mejores fines de semana y no solamente nosotros como espectadores. Los pilotos tuvieron una gran semana, sobre todo Nico Rosberg, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, quienes subieron a un podio que jamás se hubieran imaginado, con todo un estadio ovacionándolos. Dicho por ellos, es el mejor público que han tenido como testigo de su desempeño en la pista.
Yo como espectadora les puedo recomendar tres cosas:
La primera es que vayan con muchos amigos. La Fórmula Uno es una fiesta. No se preocupen si no están en la zona de los fosos, que algunos creen que es lo importante. A fin de cuentas, la carrera está afuera, si están en la primera curva, en la recta, en cualquiera de las Eses, en todas las zonas la van a pasar de lujo y más cuando se está con amigos.
Segunda recomendación: lleven gorra, lentes oscuros y dinero… La cerveza será imprescindible, sobre todo para aguantar el sol y el calor que seguramente serán como los del año pasado.
Tercera: vayan con las personas adecuadas. Ver una carrera en un autódromo con personas que no conocen de F1 es un tanto agotador, lo mismo que si ves fut americano con alguien que lo compara con el rugby. No tienen que ser conocedores, pero tienen que estar interesados y tener una idea general.
Disfruten el Autódromo este mes y no se desanimen cuando termine el Gran Premio de México, pues por contrato ¡nos quedan todavía tres más!
