Generacion-XXI

Hace algunos días platicaba con Mark Webber y hablábamos de los retiros recién anunciados de Felipe Massa y Jenson Button (técnicamente un sabático que podría volverse permanente, ya lo sé). Mark comentaba que una generación de grandes pilotos está llegando a su fin, una generación del Siglo XXI, la conocida por los seis campeones que formaron parte de ella, desde Michael Schumacher –un resabio del Siglo XX, pero que tuvo su momento de mayor gloria en los primeros años de esta centuria– hasta Sebastian Vettel, pasando por Fernando Alonso, Kimi Räikkönen, Lewis Hamilton y Jenson, además de otros que pudieron haber sido campeones como el propio Mark, David Coulthard, Rubens Barrichello, Felipe Massa y uno que todavía podría serlo, Nico Rosberg. Una generación de 11 pilotos muy buenos, con Mark el de menos triunfos, sólo nueve, algo que nunca se había visto antes, pues aunque en los 60 hubo años con incluso más campeones (o futuros campeones) en la pista, no tenían tantos triunfos (ni carreras) como la actual.
El caso es, comentábamos cómo la generación de ganadores que ha reinado en el deporte motor se va deshaciendo poco a poco, empezando por el más grande de ellos, Schumi, quien se retiró del deporte en 2013, ileso, pero ahora vegeta tras un accidente de esquí alpino, sin poder aportar su luz al deporte que representó con dignidad la mayor parte de su vida deportiva (si, ya sé, Mónaco 2006 y el choque con Jacques y otro par de ejemplos); Rubens se retiró y pasa el tiempo corriendo en Brasil, divirtiéndose entre sus paisanos; Mark ya logró un campeonato mundial de resistencia y a los 40 me dice que ya le “queda poco por lograr”, lo que más le “cuesta trabajo es viajar” y que no se ve “haciéndolo muchos años más”; David es embajador de RB, McLaren y Mercedes, es comentarista y se divierte en grande, pero sin correr; Felipe y Jenson van para el retiro parcial o total al final de este año; y, para el cierre de 2017, podrían unírseles Kimi y Fernando en la banca.
Eso dejaría a Vettel y a Hamilton –y quizás también a Nico, quien podría ser campeón para entonces– como portaestandartes o remanentes de una generación brillante que hemos tenido mucha suerte en poder apreciar en plenitud durante este inicio de siglo. Lentamente llega el ocaso de una generación que nos ha alumbrado los últimos 20 años, pero todavía quedan muchos rayos de luz y probablemente algunos títulos más, así que disfrutémosla mientras dura, pues un grupo tan grande y talentoso como éste podría no repetirse.