ONG de Baréin insta a FIA a establecer política "clara" de derechos humanos (Foto: Mercedes AMG F1)
ONG de Baréin insta a FIA a establecer política «clara» de derechos humanos (Foto: Mercedes AMG F1)

Las últimas horas no han sido sencillas para Mohammed Ben Sulayem, ya que a la crítica que la directiva de la F1 le hizo por sus comentarios se sumó la queja del “Instituto para los Derechos y la Democracia de Baréin”.

Este martes, antes de que trascendiera la carta que el departamento legal de la categoría y de Liberty Media le envió al presidente de la Federación, ante la prohibición parcial de la expresión de opiniones políticas.

El mes pasado, el Código Internacional Deportivo se actualizó y ahora estipula que “la realización y exhibición general de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales”, por parte de los pilotos, está prohibido, “a menos que haya sido aprobado previamente por escrito”.

Esto recibió una crítica severa por parte de la organización no gubernamental, que a través de la prensa británica compartió una carta escrita por su director Sayed Ahmed Alwadaei, quien afirma que esto “parece una reacción” para que los pilotos no expresen su opinión respecto a problemas de derechos humanos en algunos de los países donde se realizan Grandes Premios.

«El movimiento reciente de la FIA está claramente dirigido a pilotos como Lewis Hamilton, quien ha utilizado su plataforma para expresar su apoyo a Black Lives Matter y a los derechos humanos en países con antecedentes problemáticos de derechos humanos, incluidos Bahrein y Arabia Saudita», explicó.

«A lo largo de su carrera, ninguna de las declaraciones que ha hecho Lewis Hamilton puede considerarse más política que la decisión de la FIA de retirarse de las carreras en Rusia en la última temporada debido a su invasión de Ucrania».

«En su propia declaración del año pasado, condenó la invasión rusa y expresó ‘tristeza y conmoción’ por las víctimas en Ucrania. Si bien aplaudo esta declaración, es claramente política. Si no cree que esto pueda considerarse político, no está claro qué es. A los pilotos de F1 se les debe permitir disfrutar de los mismos derechos que ustedes (FIA) para expresar libremente sus posturas morales».

«Los insto a aplicar los mismos estándares de compromiso con los derechos humanos en todos los países, a revertir su política que impide que los pilotos y equipos de F1 planteen públicamente sus preocupaciones sobre el historial de derechos humanos de los estados que albergan carreras de F1, y a que la FIA establecer una política clara de derechos humanos».

Alwadaei destacó la falta de comunicación con la administración actual de Sulayem, quien tomó la presidencia de FIA en diciembre de 2021 y a quien se le envió una carta en marzo del año pasado sin respuesta, lo cual puede ser un signo de hacer caso omiso a las preocupaciones por parte de los grupos de activismo.

Incluso, lanzó una crítica a Jean Todt, quien se reunió con representantes de BIRD en marzo de 2021 y se habló de establecer una política de derechos humanos, pero no se concretó plan alguno.

En general se hizo énfasis en acciones que han generado dudas sobre las prioridades de la categoría, como el hecho de correr en Arabia Saudita pese a que un grupo extremista lanzó un misil a una refinería de Aramco.

Las críticas de activistas locales son frecuentes en Baréin, aunque sólo ha habido una cancelación de Gran Premio, en 2011.

«Cuando FIA y F1 eligen otorgar carreras a algunos de los regímenes más represivos del mundo, como Baréin y Arabia Saudita, están facilitando el lavado deportivo y permitiendo que estas dictaduras laven sus horribles registros de derechos», aseveró.

«Es seriamente perturbador ver que la FIA ahora imita las tácticas de sus déspotas socios comerciales al intentar silenciar las voces de los críticos y defensores. Donde fallaron la FIA y F1, fueron pilotos como Lewis Hamilton quienes se levantaron y denunciaron los abusos, y su apoyo vocal a los presos políticos en Baréin arrojó luz sobre la terrible injusticia. Ahora FIA quiere silenciarlo a él y a otros, y castigarlos si se atreven a hablar».

«Le estamos diciendo a Mohammed Ben Sulayem que esta política está mal y debe revertirse de inmediato».

La carta se copió al CEO de F1, Stefano Domenicali, a representantes de equipos y pilotos y a los de Hamilton.