A 20 años del accidente de Dale Earnhardt (FOTO: ISC Archives/NASCAR)
A 20 años del accidente de Dale Earnhardt (FOTO: ISC Archives/NASCAR)

A días de que se cumplan 20 años del accidente mortal de Dale Earnhardt, la comunidad de NASCAR reflexiona sobre el legado de dicho suceso.

El 18 de febrero de 2001, la estrella más reconocida de la serie, y quizá del automovilismo estadounidense, perdió la vida tras golpear la barrera de contención de las curvas 3 y 4 del superóvalo de Daytona, en la última vuelta de las “500 Millas”.

Sus cinturones de seguridad no estaban bien ajustados, por lo que a pesar de que el golpe no se vio aparatoso, a comparación de otros que hubo durante esa carrera, Earnhardt sufrió una fractura de cráneo basilar que le provocó la muerte.

NASCAR ha trabajado en aspectos de seguridad al tiempo de ofrecer espectáculo al aficionado. Si bien se han generado accidentes violentos y pilotos con algún tipo de lesión, rumbo a las 500 Millas de este domingo, no ha habido fallecimientos en pista desde entonces, algo que los pilotos actuales aprecian, pese a que no toman las decisiones completas.

«Hay reglas bastante estrictas en casi todos los equipos de seguridad, porque esas reglas son tan estrictas que la mayoría de ellas requieren aprobación antes de que puedas aplicarlas», comparte Brad Keselowski.

«Por lo tanto, ha habido una serie de posibles elementos de seguridad nuevos que han aparecido en los últimos años que me hubiera gustado poder probar y experimentar, pero, de acuerdo con las reglas, no está permitido».

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«Eso, por su naturaleza propia, pone el énfasis en que NASCAR sea quien lo desarrolle y establezca un cronograma para su aprobación».

«En el segundo en que hacen una aprobación, el equipo recibe algún tipo de notificación, ya sea virtual o verbal, una de las dos, o un documento, debería decir que probablemente sea la mejor manera, y lo examinamos todo de inmediato».

Desde la introducción del dispositivo HANS a inicios del milenio (sobre el cual Earnhardt era un opositor a su uso), el automovilismo ha avanzado a pasos agigantados para salvaguardar la integridad de los pilotos, no sólo la física, sino también la psicológica.

No conforme con ello y la implementación de la Barrera SAFER en todos los óvalos, en curvas y rectas, NASCAR trabaja año con año para minimizar riesgos como el evitar que los autos tomen vuelo en accidentes y que sus cabinas los protejan al 100 por ciento.

Además, se han desarrollado dispositivos para monitorear conmociones cerebrales y elementos biométricos, para analizar el comportamiento humano en tiempo real.

Por otro lado, tampoco se olvida el impacto que su muerte causó en algunos pilotos. Fuera de la familia de Earnhardt, el caso de Kevin Harvick es particular, ya que tuvo que tomar su asiento para la semana siguiente, lo cual implicó un peso significativo en sus primeros años de competencia.

«Cuando miras hacia atrás, él cambió tantas cosas sobre nuestro deporte de muchas maneras diferentes sólo por: A, la relación con NASCAR, y B, estaba dispuesto a hacer las cosas diferente y pensar fuera de la caja, y se conectó con las personas adecuadas en diferentes escenarios», compartió el campeón de 2014.

«En cuanto a la sombra, era obviamente grande y algo, para mí, que yo siempre hacía las cosas de la manera que me gustaban y me había abierto camino a medida que avanzaba, hacía cambios, conducía el auto y otras cosas, durante los primeros cuatro o cinco años fue difícil sólo por el hecho de que todo lo que hacías siempre se comparó con todo lo que hizo Dale».

«Estamos aquí 20 años después y siempre se comparará sólo por la forma en que pasó todo, pero cuando cambié de equipo y fui a Stewart-Haas Racing, sentí que en 2014 fue el año en que se pudo legitimar todo lo que habías hecho, sólo porque eras capaz de manejar el auto, rodearte de gente y hacer las cosas necesarias para ganar carreras y ganar un campeonato, así que tomó mucho tiempo».

 

Earnhardt, ganador de siete títulos, 76 carreras y la Daytona 500 de 1998, continúa siendo fuente de inspiración en los pilotos que corrieron junto a él, sea una vez o por muchos años, y los que llegaron a Copa NASCAR mucho después del accidente.

«Aprendimos mucho y colectivamente hemos mantenido vivos a tantos pilotos desde entonces, debido a los ajustes que se han realizado en la seguridad de nuestro deporte», afirmó Ryan Newman, quien sobrevivió a un accidente en la Daytona 500 del año pasado.

«Puedo ver el progreso que hemos tenido desde el punto de vista de la seguridad y ese será un tema de muchos y, espero, no sea el tema final cuando la bandera a cuadros caiga el 14 de febrero de las 500», dijo.

«La historia verdadera será la carrera y no los últimos grandes accidentes que hemos tenido».