FOTO: NASCAR Media

Junior Johnson, una de las figuras icónicas de la NASCAR desde sus primeros años de existencia, falleció este viernes a la edad de 88 años.

Su muerte fue anunciada por los promotores del Salón de la Fama de NASCAR, a la que fue inducido como primera clase, en 2010. Se indicó que su salud se deterioró en los últimos días e ingresó a cuidado de hospicio esta semana.

«Entre sus logros en la pista y su introducción de Winston al deporte, pocos han contribuido al éxito de NASCAR como lo ha hecho Junior», comentó Jim France, mandamás de la categoría.

«Toda la familia NASCAR está triste por la pérdida de un verdadero gigante de nuestro deporte, y ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de Junior durante este momento difícil».

Robert Glenn Johnson II, originario de Wilkesboro, Carolina del Norte, fue el piloto que más competencias ganó en la serie a la que hoy se le conoce como Copa, pero que nunca se quedó con el título, totalizando 50 triunfos y la segunda edición de las «500 Millas de Daytona», realizada en 1960.

Sin embargo, en su faceta de propietario, logró 132 victorias (incluyendo en Daytona 1969 y 1977) y seis campeonatos, lo que lo convirtió en una figura legendaria. De hecho, se le conoció como «El Último Héroe Americano», tomado de la publicación Esquire.

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Johnson, famoso también por ser arrestado por destilar licor ilegalmente y ser perdonado por el Presidente Ronald Reagan, tuvo en su equipo a Cale Yarborough cuando éste ganó los títulos de 1976 a 1978, así como a Darrell Waltrip cuando reclamó los campeonatos de 1981, ’82 y ’85. Terry Labonte, Geoffrey Bodine y Bill Elliott también ganaron con sus autos.

Asimismo, Junior Johnson ayudó a NASCAR a conseguir que la marca de cigarrillos Winston se convirtiera en patrocinador de la categoría estelar.

«Hemos perdido a uno de los pioneros verdaderos, innovadores, competidores de NASCAR y una mente increíble, mecánica y de negocios. Y personalmente, he perdido a uno de mis amigos más queridos», expresó Winston Kelley, director ejecutivo del Salón de la Fama.

«Si bien extrañaremos mucho a Junior, su legado y memoria serán recordados, preservados, celebrados y apreciados para siempre en el Salón de la Fama de NASCAR y en los corazones y las mentes de los fanáticos de las carreras de todo el mundo».