El fin de semana pasado, Mercedes tuvo dificultades para optimizar los neumáticos Pirelli ultrasuaves, lo que llevó a Lewis Hamilton a no llegar a la Q3 y a que su coequipero, Valtteri Bottas, terminara cuarto tras arrancar tercero.

«Hemos batallado para que el auto esté bien equilibrado, especialmente en las curvas de velocidad baja», explicó Bottas. «Peleamos con la estabilidad trasera. Cuando la parte trasera está estable, hay un subviraje ligero que pone más temperatura en los neumáticos delanteros”.

Además, ahora que Ferrari es una amenaza constante, el equipo italiano ha podido sacar ventaja en pistas de energía baja, ya que su SF70H se ha desempeñado muy bien en ellas.

Mercedes tiene poco tiempo para encontrar una solución, pues las próximas carreras, en Montreal y Bakú, plantearán los mismos problemas, ya que tienen curvas lentas que requieren mucha tracción, igual que Mónaco.