Es evidente que el Mundial de Fórmula 1 tendrá a Mercedes, Ferrari y Red Bull Racing como protagonistas estelares, pero detrás de ellos, se avecina un cambio en el orden en la mayoría del resto de los equipos.

A pesar de que Australia suele ser una carrera particular y no necesariamente exhibe lo que ocurrirá en el resto del campeonato, varias de las escuderías de este grupo dio de qué hablar, ya sea por las razones correctas o incorrectas, pero que pueden marcar el rumbo de esta primera parte del campeonato.

Fernando Alonso tuvo un gran inicio, dentro de la etapa de asociación McLaren y Renault, al llegar en quinta posición, resultado que solo consiguió tres veces en sus tres años utilizando motores Honda, y que en esta ocasión alcanzó al beneficiarse del abandono de la dupla de Haas, así como de los errores de Max Verstappen.

El español, quien ha expresado reiteradamente que la performance de sus chassis tiene gran potencial, resaltó que a pesar de la premura con la que se desarrolló el acuerdo con la motorista francesa, quedó agradecido porque el fin de semana transcurrió sin problemas, lo que le ayudó a avanzar desde el 10° sitio. Por ello, su objetivo será ir paso a paso en la consistencia dentro de los primeros sitios.

“Fuimos capaces de defender, fuimos capaces de atacar, cosas que en los últimos años no pudimos ser capaces, así que será mucho más divertido este año”, comentó.

“Esta es solo nuestra primera carrera completa con Renault, y algunas actualizaciones vendrán en las próximas carreras. Podemos comenzar a mirar un poco hacia adelante y Red Bull será nuestro siguiente objetivo”.

El español logró su primer Top 5 desde Austin 2016.

El resultado de Alonso, junto con el noveno puesto de Stoffel Vandoorne, le dieron 12 puntos al equipo inglés, cinco más que la suma de la dupla de Renault, Nico Hulkenberg y Carlos Sainz, quienes también reafirmaron la consistencia de varias carreras buenas durante el año pasado.

Lo más destacado del alemán fue contener el ataque de Valtteri Bottas después del periodo bajo Safety Car, en una pista con alta dificultad para hacer rebses, en tanto que el español se recuperó de un trompo para defender la décima plaza ante Sergio Pérez, mientras lidiaba con un problema en su sistema de hidratación que lo hizo sentirse mareado.

“Hubo un momento en la carrera en el que casi comenzaba a vomitar durante el Safety Car, así que me compliqué”, indicó.

Estas dos constructoras dejaron «en cero» a los rivales que los superaron en los últimos años, Force India y Williams, que reconocen que, por ahora, están limitados por la falta de desarrollo y/o confiabilidad en sus recursos.

Robert Fernley, Director Adjunto del equipo indio, declaró en más de una ocasión que no había mucho margen para mejorar en el clasificador, ante los elementos que se introdujeron en los autos de Sergio Pérez y Esteban Ocon después de los tests en Barcelona, además de advertir que habrá más aditamentos nuevos para el Gran Premio de Bahrein.

Factores como la lluvia en la última práctica libre, en la que ninguno de sus pilotos salieron, y la aparición del Safety Car el domingo, tampoco contribuyeron a poder rescatar un mejor resultado.

“Son los primeros días de la temporada y, con 20 carreras restantes, habrá muchas oportunidades de desarrollar este auto y mostrar sus fortalezas”, indicó.

“Está entregando rendimiento, pero nosotros sabemos que hay más potencial por venir en las carreras de adelante”.

Force India y Williams se fueron de Melbourne sin puntos.

Donde hay más complicaciones es en Williams, que solo vio a Lance Stroll llegando al final, siendo penúltimo entre los clasificados, pero con diversos problemas de temperatura que le impidieron manejar a pleno.

“Básicamente estamos intentando llevar al auto al final de la carrera en lugar de correr”, afirmó el canadiense.

“En todo el fin de semana esperábamos problemas rumbo a la carrera. Sabíamos que habría muchos problemas”.

“Realísticamente, es difícil señalar un problema. Hay muchas cosas por resolver”.

Además, su coequipero Sergey Sirotkin abandonó por una bolsa de plástico que se metió al conducto de ventilación de uno de sus frenos, en un fin de semana en el que, a decir de su Director Técnico, Paddy Lowe, fue “para olvidar”, por el poco ritmo de sus máquinas.

Aunque Bahrein será un mejor indicativo de la situación de los cinco equipos, lo cierto es que los primeros Grandes Premios del año tendrán un orden distinto al de los últimos años.