FOTO: Lars Baron/Getty Images for Red Bull Content Pool

Sin duda, el calor del momento con una victoria de por medio puede alterar el comportamiento de los pilotos. Eso ocurrió con Max Verstappen se dirigía a una victoria cómoda en el GP brasileño.

El holandés había superado a Lewis Hamilton en la 40º vuelta, aprovechando los problemas de adherencia y de motor por las que atravesaba el británico de Mercedes, además de que el piloto de Red Bull Racing contaba con el compuesto suave de neumáticos.

Sin embargo, no contaba con la reacción de Esteban Ocon. Tres vueltas después de convertirse en líder, tuvo que lidiar con el tránsito y con el francés, quien tenía montada la llanta supersuave, a fin de recuperar el terreno perdido desde el arranque de la competencia.

Desde la recta principal y hasta la «S de Senna», ninguno dejó espacio libre; al llegar a la segunda curva terminaron golpeándose, dejando el paso libre a Hamilton para anotarse la victoria, mientras el holandés llegó en segunda posición.

«Creo que la sanción dice lo suficiente. Si los comisarios le dan una penalización, sabes quién está mal en esa situación», dijo. «Fácilmente puedes decir después que yo tengo mucho más que perder que él, pero yo estoy tratando de hacer mi carrera. De repente, un rezagado está intentando correrte y tomas un riesgo estúpido al sumergirte hacia adentro. ¿Qué puedes hacer ante ello?»

«Por supuesto que un rezagado puede regresar a la vuelta por sí mismo, pero él tomó una cantidad innecesaria de riesgo, especialmente contra el líder de carrera. Ellos le dieron la sanción por causar la colisión así que creo que dice lo suficiente».

Después de la prueba, un lívido Verstappen confrontó a Ocon en el área de pesaje, intercambiando empujones y palabras, razón por la que la FIA los llamó a comparecer. El de Force India afirmó que la actitud de su rival no fue profesional, además de defender los motivos por los que reclamaba su estrategia en pista.

«Él salió de los pits, me mantuve detrás de él por casi dos vueltas pero yo era mucho más rápido que él y el equipo me dijo que me deslapeara por mi cuenta», describió. «Llegué al exterior de la primera curva – la misma maniobra que hice con Fernando (Alonso) y muchos otros antes, pero Max no me dio espacio».

«Una vez que estaba junto a él no pude desaparecer, así que colisionamos. Pero era mi curva y tenía la (parte) derecha del espacio. Me entristecí por su conducta después de la carrera, él fue muy agresivo y los chicos de la FIA tuvieron que intervenir. No es la forma de manejar esas cosas».

Al final, entre risas y apretones de manos, los dos salieron de su cónclave con los oficiales, quienes sancionaron a Ocon con 10 segundos en pista y tres puntos en su Superlicencia. Una penalización para Stoffel Vandoorne lo promovió al 14º lugar final. 

Pese a entender su sentimiento, a Verstappen le impusieron dos días de servicio comunitario bajo la dirección de la FIA dentro de los próximos seis meses, al no mostrar la conducta ejemplar de un piloto de carreras profesional.

«Al final del día, soy un deportista apasionado que quiere ganar; esta situación es frustrante y enseña emoción cuando compites al nivel más alto», concluyó.