Hace cinco años, Heikki Kovalainen estaba en los zapatos de Sergio Pérez. Se esperaban grandes cosas de su llegada a McLaren. Tras un inicio titubeante en su año de novato en Renault, superó a su experimentado coequipero Giancarlo Fisichella.

Pero el finlandés fue dejado libre por McLaren luego de dos temporadas con un solo triunfo –de suerte– en Hungría 2008 y dos podios más a su crédito. Hay algunas diferencias en las situaciones de ambos.

Pérez ya tendrá dos temporadas completas en F1, mientras Heikki solo tenía una, aunque con una enorme cantidad de pruebas con Renault. Pero, por la dura experiencia, Kovalainen sabe que es diferente entregar la buena carrera ocasional en auto de media tabla a las expectativas que tiene un equipo líder.

“Es un equipo grande y es un paso grande”, dijo Heikki. “Ahí no basta el segundo o tercero. Es un juego diferente a arrancar 15º, tener una buena carrera y terminar en el podio porque las llantas funcionaron bien o lo que sea. Claramente, (Sergio) es un piloto solido, así que tiene todas las habilidades necesarias. Es cuestión de qué tan rápido puede rendir para que no lo saquen (de McLaren)”.

Kovalainen sabe, por experiencia, lo difícil que es ascender a un equipo grande al lado de un piloto probado y establecido. En su caso, estaba con Lewis Hamilton, apenas en su segunda temporada pero ya peleando el campeonato. Sergio llega con Jenson Button, uno de los pilotos más talentosos en la parrilla.

“Es un gran salto y, claramente, yo no lo hice muy bien”, acepta Heikki. “Hubo causas y sé 100% lo que salió mal. Pero los resultados fueron decepcionantes, por la razón que fuera, y no aproveché mis oportunidades. “Después de todos estos años, soy capaz de sacar regularmente el máximo al equipo y el auto. Sé lo que esperan los equipos. Esto es lo que me faltaba en McLaren. Tienes que ser capaz de usar todos los recursos disponibles para aprovechar al máximo el equipo”.