Hay hostilidad en aumento en el Campeonato Mundial de Rallies (WRC) porque los organizadores de eventos y los fabricantes buscan seguridad sobre el futuro de la serie. Dos reuniones en Paris desataron un debate feroz en el WRC, con los participantes cuestionando el ritmo con el que la serie está avanzando.

Los fabricantes están molestos con la petición que les hizo la FIA para que firmen un nuevo acuerdo comercial, en que transfieren ciertos derechos de los equipos a la Federación.
Una fuente de los organizadores le dijo a AUTOSPORT: “Nos dieron un documento con valor legal y se nos dijo que debía firmarse y devolverse a la FIA dos días después. Es completamente irreal. Apreciamos la retroalimentación del nuevo promotor, pero necesitamos más dirección sobre a dónde vamos en el futuro”.

Una fuente oficial de la FIA defendió las reuniones: “Toda esa palabrería sobre disensión es sorprendente. Preguntamos en la reunión si alguien tenía preguntas y nadie dijo nada. Y luego van con la prensa y hacen sus preguntas. Ciertamente esta no es una buena forma de avanzar”.