Estamos en la última tercia de fechas para definir el campeonato 2023 del mundial de motociclismo en su clase superior, MotoGP. La batalla sólo tiene tres contenientes, quizás sean dos al final del GP de Malasia que se disputa esta semana en Sepang. (ver la previa), a saber: el campeón reinante Francesco ‘Pecco’ Bagnaia del equipo oficial de Ducati con 389 puntos, seguido por Jorge Martín del Ducati-Pramac a 13 tantos de distancia y, con menos posibilidades, Marco Bezzecchi, del Ducaari-VR46, con 310 unidades, cuando quedan 111 en disputa.
Pero hay una regla poco conocida, completamente aleatoria y dependiente de que los equipos adivinen el futuro. ¿Cuál es esta La regla de la presión mínima de la llanta delantera que dice que no pueden tener menos de 1.88 barras de presión equivalente a 27 psi o libras de inflado la mayor parte de la carrera (50%+1 vuelta). La norma es igual para todos los participantes calzados con Michelin (proveedor único): y ha estado en vigor desde 2016. Pero nunca como ahora ha sido tan relevante para el resultado final.
El problema es que si la rompes una vez en la campaña recibes un apercibimiento, pero a la segunda vez te dan una penalización de 3 segundos en tu resultado, lo cual explica la cautela que ha mostrado Aprilia con Aleix Espargaró, quien ya la ha roto dos veces este año.
El problema de la regla es que no es como otras reglas en las que se especifican cilindrada o peso o cuestiones similares que son mesurables y arregladas relativamente fácil en caso de problema. Esta regla ha sido cada ve más relevante en el resultado porque las ayudas aerodinámicas que han existido en el último lustro, incluyendo los alerones delanteros de los equipos y las aletitas traseras sobre el asiento, traen una carga aerodinámica que no estaba contemplada cuando se creo la regla y que no tendrá solución desde el punto de vista del hule hasta 2025 cuando Michelin planea tener un neumático delantero distinto en concepto y construcción.
Con esta regla laos equipos están obligados a adivinar lo que pasará en las carreras, ya sean Sprint o el GP principal. La cuestión es que si un centauro logra escaparse e ir al frente ya sea de un pelotón o en la punta de la carrera, su llantas se calienta menos, o sea que la presión de la llanta no sube tanto, y entonces el equipo tendría que iniciar la carrera con una presión más alta para compensar. De otra manera, si el centauro está en medio del pelotón en batalla y con otras motos cerca en los cuatro costados, las llantas se calientan y la presión sube mucho más, por lo que eso les permitiría a los de su equipo arrancarlo con menor presión, lo cual implica mayor agarre de inicio y una ventaja para el centauro.
Entonces, el problema es que ahora los equipos deben tener adivinos no ingenieros en su personal, pues saber cómo va a ser la carrera de sus pilotos es imposible por la cantidad de factores que no controlan. La solución es salir con más presión por si el centauro se escapa, lo cual es contradictorio ya que le quita un poco de agarre y según Bagnaia eso provocó su caída cuando lideraba en India cómodamente. La alternativa es poner la presión más baja y correr el riesgo de que caiga debajo de 1.88 barras de presión (y venga la advertencia de primera vez – que ya se le ha dado a Maverick Viñales, Dani Pedrosa, Marco Bezzecchi, Raúl Fernández, Franco Morbidelli, Aleix y Pol Espargaró, Marc Márquez y Jorge Martín– o, la penalización de segunda ocasión -que ya recibió Aleix en Indonesia- o la sanción grande de un tercer episodio.
Obviamente esto afecta el estilo de manejo de los centauros de la categoría premier, y sus estrategias de ir o no a la punta en una carrera cerrada, Incluso podría permitir a Pecco arriesgar más en un final hipotético si llega sin advertencia, mientras que sus dos rivales tienen que cuidarse de una sanción que les añadiría 3 segundos a su resultado, suficiente para determinar un campeonato. Esta regla me hace evocar las palabras sabias de mi abuelo: “¡Cuánto se pierde por no ser adivino!”. Podría ser un campeonato mundial incluso…