Mucho ruido y pocas nueces podría decirse, el caso es que la supuesta investigación de la Federación Internacional  del Automóvil, sobre supuestas filtraciones o intercambios de información entre un directivo de equipo de F1 y una funcionaria de la empresa FOM que es la dueña de los derechos de la F1 (ver https://fast-mag.com/la-fia-investiga-a-toto-y-susie-wolff-los-equipos-niegan-instigar-la-sospecha/), identificados a posteriori como Toto y Susie Wolff, ha sido archivada, tras el apoyo unánime de los equipos de F1 a la pareja que incluyo negar que alguno de ellos se hubiera quejado de impropiedad alguna de parte de los supuestos abusadores de información privilegiada.

Este jueves por la noche la Federación lanzó otro pronunciamiento eN el que dice que tras revisar “el Código de Conducta y la Política de Conflicto de Interés de la F1 de la FOM, y de la confirmación de que hay medidas de protección instaladas para mitigar cualquier conflicto potencial, la FIA está satisfecha de que el sistema de cumplimiento de la FOM es suficientemente robusto como para prevenir la fuga de información confidencial no autorizada”.

Mohammed Ben Sulayem, Presidente nuevo de FIA
Mohammed Ben Sulayem, Presidente de FIA

El comunicado del FIA “confirma que no hay una investigación en curso respecto a temas éticos o disciplinarios involucrando a individuo alguno”, pero indica que “como regulador, la FIA tiene la obligación de mantener la integridad del deporte motor a nivel global. La FIA reafirma su compromiso con la integridad y la equidad”.

Así la novela de Toto y Susie queda en el pasado, pero como en un combate de box los primeros escarceos han sido efectuados tratando de descubrir los puntos flacos del oponente y buscar por dónde sumar puntos a la causa propia alterando estrategias con base en lo aprendido. Esto apenas empieza.