FOTO: Mark Sutton/Pirelli Motorsport

Brasil fue el único país que expresó descontento significativo por la cancelación de su Gran Premio de F1 para 2020.

El viernes, la categoría anunció que no se realizarán visitas a América por la pandemia de la COVID-19, por lo que los eventos en México, Estados Unidos, Canadá y São Paulo se reemplazaron con Nürburgring, Portimao e Imola.

Desde hace algunas semanas, el gobierno de la ciudad indicaba confianza para recibir a la categoría y que el Autódromo de Interlagos estaría listo para el mes de noviembre.

Sin embargo, el alcalde de São Paulo, Bruno Covas, lamentó la decisión, asegurando que tenían proyecciones que aseguraban que la crisis sanitaria estaría controlada para noviembre.

«Nosotros, a lo largo de las últimas semanas, enviamos toda nuestra información a la organización del evento, mostrando que la realidad de la ciudad de Sao Paulo y del estado es muy diferente a la realidad brasileña o que tienen las noticias que llegan tanto a los pilotos como a los equipos», dijo.

«La proyección muestra que, en noviembre, estaremos en una situación mucho mejor que en la que estaban muchos países europeos».

«Incluso, destacamos que tanto las autoridades sanitarias del estado como las del municipio desarrollaron un protocolo para la realización de eventos de automovilismo en la ciudad. No hará en noviembre cualquier prohibición para realizar este tipo de eventos en la Ciudad de Sao Paulo, mientras tenga lugar sin público».

Su pronunciamiento se dio durante una conferencia de prensa en la que se anunció la cancelación de la celebración de Año Nuevo de la ciudad y la posposición del Carnaval de Sao Paulo de 2021.

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Asimismo, Covas expresó confianza en que las negociaciones para mantener a Brasil en el calendario de F1 más allá de 2020 continúan; el contrato actual expira este año.

Respecto a Estados Unidos, el jefe del Circuito de las Américas, Bobby Epstein, calificó la cancelación como «prudente», pese a que la disponibilidad de boletos aumentó hasta 250% antes de la declaración de la pandemia.

Canadá, cuyos problemas se enfocaban más en su reubicación en el calendario y el cierre de fronteras, también se mostró con decepción. Sin embargo, en palabras del director del evento, Francois Dumontier, «es una decisión que debemos aceptar».

«La salud y la seguridad de nuestros empleados, voluntarios, socios y de nuestros fieles seguidores son y siempre serán nuestra prioridad principal», comentó.

Ya son 11 las competencias de F1 que se cancelaron este año por la pandemia, uniéndose a Australia, Mónaco, Japón, Singapur, Azerbaiyán, Francia y Holanda. Se anticipa que tampoco habrá viaje a China.