Con miras al GP de Austria el mes próximo, Chase Carey, director de Liberty Media, aseveró que ninguna carrera de F1 se cancelará, aun cuando algún miembro de un equipo dé positivo en pruebas de la COVID-19.
El arranque de esta campaña se vio frustrado luego de que un miembro del equipo McLaren diera positivo en la prueba de coronavirus, hecho que desencadenó el principio del fin de la primera fecha en el calendario.
Por ello, Liberty creó un protocolo de seguridad sanitaria que se implementará para el inicio de la temporada 2020.
Parte importante de este plan es la cooperación de todos los equipos, algunos de los cuales ya regresaron a sus actividades laborales esta semana (AlphaTauri, Renault y Mercedes), por lo que Carey estableció:
«Alentamos a los equipos a tener procedimientos establecidos, de modo que si un individuo debe ser puesto en cuarentena, tenemos la capacidad de ponerlo en cuarentena en un hotel y reemplazarlo».
La experiencia pasada en Melbourne causó que la categoría se enfrentara a los estragos de tener una fecha cancelada de último momento por COVID-19. Chase agregó:
“Tendremos un procedimiento establecido para que al encontrar un caso positivo, esto no conlleve a una cancelación. Si un piloto contrae la enfermedad, (los equipos tienen) pilotos de reserva disponibles”.
Parte del protocolo incluye la prueba para determinar si están saludables y la transportación del hotel al circuito, donde todos serán trasladados vía aérea. Asimismo, una vez en las instalaciones del trazado prevalecerá la sana distancia entre todos los individuos de la F1.