Bob Lazier es de las primeras personalidades relacionadas con el automovilismo que fallecen a causa del COVID-19.
El estadounidense, quien participó un año en la extinta serie CART y patriarca de una familia de apasionados de la velocidad, murió este sábado, a la edad de 81 años, en su hogar en Vail, Colorado.
Manejando para Fletcher Racing, Robert Lazier fue «Novato del Año» en la temporada 1981, superando ampliamente a Scott Brayton, su único rival por este mérito.
Las cuartas posiciones que obtuvo Watkins Glen y las 150 millas de la Ciudad de México, que se realizaron en el Autódromo Hermanos Rodríguez en octubre de ese año, le ayudaron a concluir en el noveno puesto general.
Con uno de los tantos modelos PC7 que Roger Penske puso a la venta, calificó 13º a las “500 Millas de Indianápolis” de ese año, compitiendo con Josele Garza por la condecoración de mejor novato, pero abandonó por una falla de motor.
Lazier no volvió a correr en eventos estelares de la especialidad y su retiro fue definitivo tras la Indy 500 de 1982, de la cual desistió tras el accidente fatal de Gordon Smiley. Su experiencia también incluyó la Mini-Indy Series, antecesora de la Indy Lights, en la que consiguió un podio.
Sus descendientes tuvieron más éxito en el deporte: Buddy Lazier ganó en Indy en 1996 y se coronó en la Indy Racing League cuatro años más tarde; Jaques, su otro hijo, logró un triunfo en esta categoría, en 2001. El hijo de Buddy, Flinn, ya se estrenó en el Camino a Indy.
Por más de 50 años vivió en Trivoli Lodge, un complejo de hoteles y chalets de que él construyó junto con su esposa Diane. Toda su familia también reside en Vail, sitio que registró una cantidad significativa de infectados con el coronavirus.
La familia de Lazier confirmó su deceso la noche de este sábado; al ser una enfermedad muy contagiosa, no pudieron permanecer a su lado al momento del deceso.
Son pocas las personas cercanas al deporte que fallecen por este mal; es el caso del padre de Óscar Haro, director Deportivo del equipo LCR Honda de MotoGP, y Tomás Díaz-Valdés, descubridor del legendario Ángel Nieto.