NI CERCA

Es claro que el heptacampeón de F1 tenía un talento único y basta revisar los libros de récords para encontrar todo lo que logró en su gran carrera en la categoría. Sin embargo, los números no representan más que el argumento más sencillo para señalar la superioridad de un piloto que, a vista de la gran mayoría, no es el mejor piloto de la historia en la F1.

La candidatura de Schumacher se ve afectada en gran medida por sus contrincantes que no fueron de lo mejor y eso demerita sus logros. No es lo mismo vencer a Senna o a Prost en el mejor auto de la historia que a Hill, Coulthard y Barrichello. Cuando uno analiza dicha competencia se percata que los mejores años del alemán son sin duda en los que enfrentó en un auto inferior la competencia contra Hill, Villeneuve y Hakkinen. Ahí es donde el alemán demostró su mejor manejo y estuvo a punto de ser campeón, pero también hay que recordar que ellos no son precisamente los mejores campeones que se han visto en la F1. Hakkinen es el mejor de los tres pero ni siquiera es claramente el mejor finlandés de la F1. Cierto es que enfrentó a Senna, Prost y Mansell en un principio pero nunca estuvo al nivel de ellos y, posteriormente, contra Alonso es hasta 2006 que puede señalarse otro digno rival del alemán.

Tampoco ayuda a su candidatura la percepción de que sus títulos en Benetton fueron obtenidos al beneficiarse del famoso tercer pedal que ayudaba al control de tracción y que le permitió aventajar al resto de los pilotos mientras que su mejor época, la de Ferrari al inicio del milenio, fue resultado de cuatro años de desarrollo en Maranello pero también que el equipo escarlata decidió que sería él quien los regresaría al título (pregúntenle a Irvine) por lo que la ventaja de Schumacher era tener un equipo completo a su disposición mientras otros tenían que repartir recursos entre dos volantes. Lo anterior sin mencionar los incontables recursos económicos que marcaran mayor diferencia entre las escuderías.

Finalmente, el reconocimiento de sus pares no es para Schumacher. La mayoría de los pilotos que responden el cuestionamiento sobre el mejor de la historia no señalan al alemán ni la mayoría de los expertos lo hacen. No es falta de talento pues no se ganan títulos por casualidad en la F1, pero la falta de competencia, los recursos de Ferrari y otras leyendas de la categoría se interponen en el camino de Schumacher hacia el título del mejor de la historia.

CAJR

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CLARO

Nadie tiene más victorias (91), posiciones de privilegio (68), vueltas rápidas (77) o campeonatos (7) que Michael Schumacher en la historia de la Fórmula Uno. Debería ser suficiente para terminar cualquier debate, pero como el alemán es el segundo con más Grandes Premios disputados (307) y gozó de no tener gran competencia a principios del milenio, el debate siempre estará abierto.

Del lado estadístico es muy fácil decir que es el que más obtuvo porque es quién más corrió, pero ese argumento no toma en cuenta la constancia y lo complicado que es mantenerse tan alto por tanto tiempo. Schumacher es, además, quien más puntos consiguió (3,890) si todos usáramos el sistema actual de puntaje y lleva una ventaja de casi 1,400 puntos sobre Prost y Alonso.

Es muy fácil olvidar que Schumacher brilló desde su debut en Jordan, al grado de cambiar inmediatamente de equipo a Benetton y obtener su primera victoria menos de un año después.

También es fácil olvidar que el alemán quedó tercero en su primera temporada completa venciendo a todos menos a los dos Williams. Schumacher siguió desarrollando al equipo Benetton hasta obtener sus dos primeros títulos y cambiarse a Ferrari.

Schumacher revivió a Ferrari, llevándolos a pelear el título de constructores constantemente por primera vez desde principios de los ochentas y finalmente les dio el título en 1999. Sin Schumacher, Ferrari no sería el equipo que es hoy y al que todos los pilotos aspiran llegar en algún momento de sus vidas profesionales. Al final del día, no tuvo el mismo éxito con Mercedes, en parte debido a su edad, pero sentó las bases para que el equipo pueda luchar por un título muy pronto. Schumacher no sólo dominó los libros de marcas, también fue un piloto que podía desarrollar tu auto hasta hacerlo competitivo y eso hay que tomarlo en cuenta.

OEJR

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