¿Es el deporte del motor el último bastión del machismo o es realmente el único negocio donde no hay discriminación para las mujeres?

Se nos podría perdonar pensar que hay muy poco lugar para las mujeres en el automovilismo, que es un deporte basado en el machismo y el chovinismo, un ambiente en el que los competidores proyectan un sentido de hipermasculinidad y donde las mujeres frecuentemente sólo representan accesorios decorativos. Eso, sin embargo, sería ver el automovilismo con un lente de hace varias décadas. El deporte ha avanzado, y si bien es cierto que no hay mujeres pilotos de Fórmula Uno, en realidad no ha habido una desde hace 20 años, no hay que concluir que esto se debe a una actitud dentro de este deporte.

Sin embargo, el despliegue continuo de las “chicas de parrilla” en los eventos en todo el mundo, no ayuda con la imagen. Difícilmente son una señal de igualdad sexual y de oportunidades. No representan, de hecho, toda la historia. Lejos del centro de atención, las mujeres desempeñan un papel cada vez más importante en el deporte. Dentro de la FIA el papel de la mujer ha ido creciendo en los últimos años, con figuras como Michelle Mouton y Frédérique Trouvé como miembros clave del equipo de Jean Todt. El Grupo de Fórmula Uno es otra área en la que hay más mujeres de lo que uno pudiera imaginar.

Bernie Ecclestone, también entiende el valor de las mujeres ejecutivas. Entre sus asesores más cercanos se encuentra Sacha Woodward Hill, su consejera legal,Monisha Kaltenborn, jefa del equipo Sauber F1, quien también es directora en el grupo Fórmula Uno. Su antecesora, Judith Griggs, es igualmente de bajo perfil, pero tiene un papel más que clave en estos días.

Dejó a Ecclestone y se convirtió en directora ejecutiva del GP de Australia (y también Empresaria Australiana del Año) en la década de los 90’s, pero en los últimos 11 años ha estado trabajando discretamente en Suiza como directora de operaciones de Allsport Management, la compañía que vende y administra los derechos de publicidad relacionados con F1. Además, Allsport maneja la hospitalidad VIP, conocida como el Paddock Club, con la división entera dirigida por la suiza Isabelle Kaufmann.

A principios de este año Ecclestone dijo en una entrevista que una mujer podría reemplazarlo como director general del grupo de la Fórmula Uno “en un plazo de tres a cinco años”. Y no bromeaba.


“En adelante, el 50 por ciento de los tomadores de decisiones en la economía y la política serán mujeres”, dijo. “Las mujeres siempre han tenido una fuerte influencia, y probablemente han permanecido en el fondo durante demasiado tiempo. Creo que las mujeres no se engañan tan fácilmente por su ego. Las mujeres no tienen que jugar golf para hacer negocios, simplemente tienen que trabajar más para conseguir la misma aceptación que los hombres. Como sus egos no se interponen en su camino, ellas deciden las cosa de manera menos emocional y al final, eso sirve a la causa”.
En el mundo de los equipos de F1, hay otras historias de éxito. Uno de los socios de Brawn GP, que ganó el Campeonato del Mundo en 2009, fue la directora jurídica, Caroline McGrory.

Ella tiene ahora el mismo puesto en Mercedes GP Petronas. Ross Brawn y Nick Fry pueden haberse llevado a la gloria, pero McGrory compartió el éxito cuando el equipo fue vendido al final de su temporada debutante.

A principios de 2010 hubo otro hecho significativo cuando Sauber nombró a Monisha Kaltenborn como su directora general – y primera máxima responsable de un equipo de F1. Kaltenborn es sorprendente en muchos aspectos. Ella nació en India, de nacionalidad austriaca, residente en Suiza, y se casó con un alemán. Y tiene dos niños pequeños.

Nacida en el estado de Uttarakhand, unos 240 kilómetros al norte de Nueva Delhi, Kaltenborn creció en una familia que disfrutaba de los beneficios de un negocio exitoso de fabricación de bicicletas. Su padre no quería unirse a la empresa familiar y cuando ella era joven, él partió en una gira por el mundo – para buscar ideas alternativas. Su hermano trabajaba para la Agencia Internacional de Energía Atómica en Viena, Austria, y durante la visita, el padre de Kaltenborn decidió que le gustaba el lugar y se comprometió a establecerse allí con su joven familia.

“No se podría pensar en establecerse en un país de habla alemana, si no sabes alemán”, dice riendo, “pero eso es lo que ocurrió. Fui a la escuela y aprendí a hablar el idioma. A veces me preguntan si quería estar en la Fórmula Uno cuando era niña. Para nada. Yo quería ser astronauta. Solía mirar al cielo y me preguntaba qué estaba pasando allí. Ahí era donde quería estar”.

“No me di cuenta entonces que para ser astronauta tienes que ser estadounidense o ruso y yo no era ninguna de esas cosas, así que al final me di por vencida y me enfoqué más en las ciencias. No era mala en la escuela y estaba buscando una carrera en química y cosas por el estilo. La Fórmula Uno era sólo un interés general. Transmitían todas las carreras de F1 en la televisión austriaca, así que sabía todo sobre eso. A mí me gustaban bastante los rallies y para molestar a mi madre solía decir que una vez que obtuviera mi licencia de conducir me convertiría en rallista”.


“Al final la idea de pasar seis a ocho años estudiando bioquímica fue bastante intimidante y el derecho era un poco más rápido, así que decidí estudiar derecho”.
Ella ganó un lugar en la Universidad de Viena y una vez que se graduó fue a obtener experiencia laboral como investigadora de las Naciones Unidas en Viena antes de inscribirse para una maestría en derecho comercial internacional en la famosa Escuela de Economía de Londres. Luego se unió a una firma de abogados en Stuttgart, Alemania, donde conoció al Dr. Jens Kaltenborn, un compañero abogado. A pesar de que no tardaría en volver a Viena, a 600 kilómetros de distancia, la relación se desarrolló y ellos se casaron, a pesar del hecho de que estaban viviendo en diferentes países.

“Yo no quería ser un abogado que trabajara en un bufete de abogados”, dice ella, “pero al menos tenía que entender de qué se trataba. Y de repente recibí una oferta para unirme al Fritz Kaiser Group en Liechtenstein”.

El pequeño principado, situado entre Austria y Suiza, ha sido durante mucho tiempo un paraíso fiscal y registrar una empresa ahí es un medio favorito de minimizar impuestos. De hecho, el país con frecuencia tenía más empresas registradas que ciudadanos y había mucho trabajo para la comunidad jurídica. Su jefe era Fritz Kaiser, entonces copropietario de la escudería Sauber de F1.

“Él tenía muchos proyectos, que van desde el trabajo clásico fiduciarios que uno hace en Liechtenstein hasta Fórmula Uno y encontré este deporte muy interesante”, dice.

En ese tiempo, Kaiser y Peter Sauber estaban discutiendo el futuro del equipo y no estaban del todo de acuerdo. Kaiser consideraba necesario trasladar las operaciones a Inglaterra. Sauber dijo que no. Al final Kaiser vendió sus acciones y dejó el equipo. Peter Sauber, sin embargo, había quedado impresionado por la abogada de Kaiser y le pidió que se uniera al equipo como jefa de su departamento legal.


“Acepté el reto sin saber realmente en lo que me estaba metiendo”, explica ella. “Tenía una gran curiosidad por saber lo que estaba detrás del deporte y cómo funcionaba todo. Es un mundo fascinante en muchos niveles distintos. Tenemos, por ejemplo, acontecimientos dentro de cada equipo y se puede empezar a entender lo que está pasando cuando se ve a todo un departamento trabajar en una cuestión técnica muy pequeña sólo para ajustarla correctamente”.

“Ahora el reto es hacer lo mismo pero con muchas más restricciones, así que tienes que ver lo que puedes hacer con los recursos disponibles. “Y luego viene el siguiente nivel, que es cómo interactúas con los otros equipos, y en la actualidad cómo trabajamos juntos para conseguir lo que queremos. No se parece en nada a lo que solía ser cuando era sálvese quien pueda “.

El trabajo colocó a Monisha en negociaciones contractuales con pilotos, proveedores, patrocinadores, la FIA, el Grupo Fórmula Uno y la Asociación de Equipos de Fórmula Uno. Rara vez aparecía en público, en las pantallas de radar de la F1, pero poco a poco se convirtió en un miembro aceptado del muy exclusivo club de tomadores de decisión de F1. En el camino se dio sus descansos para tener dos hijos, un varón que ahora tiene siete años y una niña de cuatro. Esto significó que tuvo que dar un paso atrás, ver cómo estaba organizada su vida y cambiar sus prioridades.

“Tienes que tener una organización eficiente”, dice. “Es muy difícil tener la parte de vida en familia organizada. Tienes que tomar el tiempo para hacerlo. Tuve el lujo de no tener que ir a todas las carreras y necesito estar en casa los fines de semana y por la noche tanto como me sea posible. Uno tiene que ser flexible. Tengo un marido paciente, pero no está en casa todo el tiempo, él tiene su propio trabajo, es un abogado. Y él todavía trabaja en Stuttgart”.

“Tengo un buen sistema de apoyo a mi alrededor, empezando por los propios niños que saben lo que estoy haciendo y lo aceptan. No sienten que los estoy dejando solos y tengo contacto cercano con ellos cuando estoy en las pistas. Este año, he estado en todas las carreras, pero es la primera vez que lo he hecho; he viajado bastante en el pasado, cuando iba a Malasia mucho en los días previos a que BMW asumiera el control, ya que había una operación conjunta con los malayos. En realidad es sólo una cuestión de cómo organizar todo esto”.

¿Qué se siente ser un jefe mujer en el mundo de la F1?
“Es una gran sensación”, dice. “Con el equipo nunca he tenido situación alguna en la que sintiera que no estaba siendo tratada con respeto, por ser mujer. Incluso con los otros equipos no hubo problemas reales. Al principio hubo alguien que pensaba que era la traductora de Peter, pero él era de una generación diferente y en esa generación no lo entendían tanto como ahora lo hacen. Yo sé, sin embargo, que se sintió muy mal por ello después, cuando se enteró de lo que yo hacía. He estado en esto mucho tiempo y todos saben que cuando yo llego, sé de lo que estoy hablando”.


Al ser nombrada directora general de Sauber, ya estaba establecida en la industria y no tuvo que mostrar sus credenciales.
“En mi nuevo puesto la mayoría de las cosas no eran nuevas para mí”, explica. “Creo que en muchas áreas todavía tienen que trabajar el doble por ser mujer en un mundo de hombres, y no es solamente que el entorno lo dicte, también es una cuestión de tus propios objetivos, porque piensas que si te equivocas, también van a decir ‘es porque es mujer’, así que te lo haces más complicado”.

“Veo muchos puestos que pueden ser muy difíciles para una mujer, pero puedes crecer en ellos como lo hice yo y eso hace que sea más fácil ser aceptada. Creo que si una mujer entrara a lo más alto de la Fórmula Uno hoy en día, como un fuereño, tendría tiempos muy difíciles. Dicho esto, incluso si los equipos no han tenido muchas mujeres en cargos directivos, Bernie (Ecclestone) siempre ha tenido una gran cantidad de mujeres en puestos importantes a su alrededor”.

Kaltenborn cree que la Fórmula Uno podría beneficiarse de una mayor participación de mujeres.
“Pienso que sería bueno contar con un mayor porcentaje de mujeres”, dice. “A veces vemos las cosas de manera diferente a los hombres y sabemos cómo resolver los problemas. Por supuesto, uno no debe generalizar, pero creo que pensamos más pragmáticamente y estamos más dispuestas a encontrar una solución que ayude a todos. Creo que somos más capaces de ceder un poco para ganar algo mucho mayor”.

“Podemos ver un montón de aspectos y captar un panorama más amplio y juntarlo todo de una manera diferente”, añade. “Mucha gente de F1 se centran sólo en lo suyo y no pueden dar ese paso atrás y mirar el todo. Pero creo que sí se podría poner feo con dos o más mujeres como jefes de equipo “, dice riendo.
¿Debe sentirse orgullosa de lo logrado?

“Si lo pienso en retrospectiva, me siento orgullosa”, admite, “pero no pensé en todos esos pasos y un plan para que sucedieran. No tenía intención de ser la primera mujer a cargo de un equipo de F1”.


Viniendo de la India, es también un gran avance dado que la F1 apenas empieza a crecer en Asia.
“Tienes que recordar que la India tuvo a Indira Gandhi como primera ministro en los años 60, ella fue una de las primeras mujeres en ese cargo, así que hay un sorprendente nivel de aceptación cuando una mujer aparece en una posición importante”.

Y ¿qué pasa con la perspectiva de pilotas de alto nivel?
“No veo razón alguna por la que no puedan ser tan competitivas como los hombres”, dice. “Si vemos las carreras actuales en Estados Unidos hay algunas pilotas competitivas como Danica Patrick, Simona de Silvestro y otras; realmente no creo que haya una razón física o mental, por la qué las mujeres no puedan tener éxito”.

“Creo que el problema es de aceptación y obtener el apoyo adecuado. En las carreras de hoy en día la gente está dispuesta a aceptar que las mujeres pueden ser competitivas con los mejores pilotos, pero muy pocas mujeres están subiendo la escalera del deporte motor. Creo que esto se debe a que hay un punto en sus carreras en que necesitan el tipo correcto de apoyo y simplemente no lo están recibiendo”.

“Ese momento llega cuando están tratando de dar el salto del kartismo –donde las mujeres han sido muy exitosas desde hace tiempo– a los autos de carreras. Ese es un gran paso, pero cuando un chico dice: ‘Yo quiero ir a correr’, hay un cierto grado de precaución de su familia, quienes pueden pensar que es importante conseguir una educación adecuada y cosas por el estilo.
“Cuando se trata de una niña diciendo: ‘Quiero correr’, no hay apoyo en absoluto”, añade. “Se toma como algo ridículo e imposible, y las chicas no tienen los medios para luchar contra esa actitud, porque necesitan dinero para ir a competir y por lo general a esa edad el dinero proviene de la familia o de amigos de la familia. Ellas también necesitan apoyo en su intento de mostrar su valía en los autos y eso también es algo muy intimidante”.

“Estoy segura de que si podemos superar ese problema habrá bastantes mujeres capaces de correr autos de F1, pero obviamente, va a tomar algún tiempo superar los problemas que existen”.

CASO DE ESTUDIO 1, LAS INGENIERAS DE CARRERAS

Leena y Teena Gade son ambas ingenieras consumadas del automovilismo. Este año, Leena se convirtió en la primera mujer ingeniero en jefe en un auto ganador de las 24 Horas de Le Mans con Audi, mientras que Teena es ingeniera del equipo Mini del Campeonato Mundial de Rallies, que está empezando a luchar por victorias. Ambas han querido ser ingenieras, desde que eran adolescentes.
“Nos interesamos viendo la F1 en la televisión”, dijo Leena. “Ayrton Senna corría y Nigel Mansell estaba con Williams entonces. Senna era mi héroe supremo e inspiración, y si no hubiera sido por él no habríamos estado tan interesadas como estábamos”.

Las hermanas fueron alentadas por sus padres a seguir carreras en el deporte motor. “Siempre tuvieron la actitud de que podíamos hacer lo que quisiéramos hacer, siempre y cuando tuviéramos una educación y nos aplicáramos y tratáramos de ser excepcionales en lo que fuera que queríamos hacer”, dijo Teena. “Yo quería ser pilota, pero no teníamos el dinero para hacer eso, pero aún así, mi padre nunca dijo ‘No, eso es imposible’. Su visión siempre fue ‘¿Por qué no?’ Así que cuando Leena y yo le dijimos que queríamos ser ingenieras de automovilismo, la respuesta fue simplemente ‘¡adelante!’ He trabajado duro e ignorado todos los demás. Lo que pensaran era irrelevante”.

A pesar apoyo hogareño, sin embargo, el mundo exterior no daba una bienvenida tan acogedora a la idea de mujeres trabajando en las carreras. “Cuando tenía 17 años y estaba tratando de trabajar con un equipo de Fórmula 3 me dijeron que ‘ser mecánico no es para las niñas’,” dice Leena. “Pero yo sólo pensé: ‘Bueno, voy a demostrar que se equivocan”.

Su hermana, sin embargo, encontró que a menudo la resistencia era más silenciosa. “Hay una sensación de que las cosas no se decían, pero algunas personas, obviamente, pensaban: ‘¡Nunca vas a hacer eso!’,” indica Teena. “Creo que cuando una niña habla de incursionar en ingeniería, a menudo la respuesta es “¿por qué querrías hacer eso?”.

Esa resistencia ha vuelto más duras y decididas a las mujeres, sin embargo. “Si es algo que quieres hacer, realmente tienes que presionarte a ti mismo y cada vez que recibas un golpe, no debes tomarlo como una negativa”, dice Leena. “Hay que usarlo y seguir presionando. Esto es lo que siempre quisimos hacer y cada vez que alguien dijo que no puedes hacer eso o no tienes la experiencia, salimos y conseguimos esa experiencia”.

CASO DE ESTUDIO 2, LA PILOTA

Como parte de la sociedad entre la Comisión FIA de Mujeres en el Automovilismo y Volkswagen, Maiken Rasmussen, danesa de 20 años, fue seleccionada este año por VW para competir en la Copa R Scirocco, habiendo mostrando el mayor potencial entre un grupo de 11 pilotas probadas a fines de 2010 en Oschersleben, Alemania. Introducida a karts por su padre cuando tenía 11 años, encontró competencia cada vez más dura al subir en el deporte.

“Ser presionada o tratada muy mal por otros competidores es una cosa que he experimentado mucho en mis años en el kartismo, sobre todo después de entrar a las categorías internacionales”, admite. “Si es por ser una chica y en realidad ser muy rápida, no sé. Pero mis compañeras pilotas tienen exactamente la misma experiencia. Eso habla un poco sobre el tabú que tienen algunos hombres sobre ser superados por una chica”.

“La razón por la que la mentalidad es así es porque no hay suficientes mujeres (en el deporte)”, añade. “Estoy diciendo esto porque sé que no soy la única chica que ha experimentado el sentimiento de ‘no deseado’. Es difícil hacer algo al respecto, pero estoy segura de que si hubiera más chicas corriendo regularmente, la mentalidad sería diferente también”.
“No me siento como una chica delgada con grandes ojos azules sentada detrás del volante”, insiste. “Soy una pilota y no me importa si los demás en la pista son niños o niñas, ¡yo sólo quiero ser el mejor piloto!”.

“No he experimentado una gran resistencia de parte de la gente cuando digo que soy una pilota. La mayoría de la gente fuera del mundo del deporte cree que es genial. Lo que he experimentado es que una chica en el automovilismo tiene que ser veloz para ser aceptada. Si eres veloz, entonces estás bien, si no, eres simplemente estúpida”.

Maiken dice que la crítica ha bajado un poco desde que logró correr autos. “En autos de carreras, no he experimentado ser presionada en la misma medida”, dice. “He tenido mucha suerte que me hayan dado la oportunidad de brincar a turismos y desarrollar mis habilidades gracias a la Comisión y a Volkswagen MS. Es mi primer año en un auto de carreras real, de modo que tengo que aprender y nada se hace sin práctica y trabajo duro. Mi sueño es voñverme pilota profesional en turismos o GTs y voy a trabajar duro y hacer todo lo posible para alcanzar mi meta”.

“Espero que veamos a una mujer en la F1 algún día”, continúa. “Estoy segura que una mujer puede tener tanto talento. Lo único diferente es la fuerza física. En ese punto no podemos hacer nada y quizás sea la razón por la cual no hay ninguna mujer en la F1. En EUA vemos más y más mujeres en IndyCar entonces creo que es cuestión de tiempo antes que veamos a una mujer en la F1”.

CASO DE ESTUDIO 3, LA INGENIERA AERODINÁMICA

Como aerodinamicista en jefe del equipo Lotus de Fórmula Uno, la tarea de Marianne Hinson es conseguir el máximo rendimiento aerodinámico del equipo en el programa de túnel de viento en Italia, y de ahora en adelante en el segundo túnel de viento de Williams F1 en el Reino Unido, que el equipo Lotus ha alquilado, ahora que el acuerdo de restricción de recursos previene a los equipos de usar más de un túnel de viento. Hinson se crió en una familia apasionada por el automovilismo.

Su padre es un ingeniero de software, pero en su tiempo libre, corrió un Caterham por lo que ella pasó mucho tiempo en torno a las carreras. Estudió una carrera en astrofísica y sólo soñaba con participar un día en la F1. Cuando ella comenzó a preguntar sobre la maestría, descubrió que en la Universidad de Cranfield había un curso enfocado a la ingeniería deportiva automotriz y se inscribió.

Los profesores de Cranfield estaban muy bien conectados con el deporte, y como resultado ella fue capaz de terminar una tesis sobre la dinámica computacional de fluidos en F1, con la ayuda de British American Racing.

Una vez que terminó su maestría, solicitó trabajo como aerodinamicista junior en Jordan Grand Prix y súbitamente se encontró en la F1, trabajando para John Iley, quien pasaría a encabezar el departamento de aerodinámica de Ferrari, y más tarde para Mike Gascoyne. Después de dos años fue buscada para unirse a Toyota F1 en Colonia, Alemania. Fue a ver cómo era Colonia y como le gustó lo que vio, pasó los siguientes cinco años y medio trabajando para Toyota, mientras el equipo consolidaba su desempeño.

Sin embargo, el equipo se retiró de F1 en 2009, ya que la recesión global golpeó y Hinson pronto se encontró trabajando de nuevo en la antigua fábrica de Jordan, ahora rebautizada como Force India. Laboró allí durante dos años antes que Gascoyne le pidiera que se le uniera otra vez en el nuevo equipo Lotus.


“Mis padres siempre me ha animado mucho”, dice ella. “Cuando estaba en la escuela siempre andaba involucrada en temas muy dominados por los hombres, como matemáticas y física y realmente no hizo diferencia alguna para ellos cuando yo decidí que quería entrar en el deporte motor. En realidad, yo no creo que siquiera les pasó por la mente cuestionar lo que estaba haciendo”.

“Desde luego que sí tuve un par de profesores sexistas al principio. Ellos pensaban que era divertido que una chica quisiera estudiar la tecnología y la ciencia, pero que era más por desconcierto que otra cosa. En ese momento yo sólo quería ser ingeniera y no me había fijado la meta de estar en la F1”