Fue hace 30 años cuando Mercedes-AMG Motorsport, mientras hacían su regreso a las pistas de carreras europeas, comenzó su viaje en el DTM.
Hoy, tras ganar campeonatos en las dos etapas de la categoría estelar de turismos alemanes, la marca teutona inicia su último año de participación, ya que en 2019 incursionarán de tiempo completo en la Fórmula E, paralelo a su exitoso programa dentro de la Fórmula 1.
El profesor Jürgen Hubbert ha estado varios de estos momentos, en calidad de miembro adjunto de la Junta Directiva de Daimler AG. No solo cuando la constructora volvió a esta serie, sino también al Campeonato Mundial de Sportscars y, en los 90, a la Fórmula 1 como proveedora de motores; sin embargo, fue particularmente el DTM un momento clave para la exposición de su marca,
«Al principio, se trataba de darle a la marca – y especialmente al modelo 190 – una imagen más positiva y deportiva», recordó. «Con el 190, estábamos entrando a un nuevo segmento de mercado de 1982. Antes de que yo me uniera a la Junta, estábamos corriendo con el 190».
«Después fueron los intentos de (romper) récords mundiales en Nardo. Pero el empuje más grande llegó con nuestra inscripción al DTM, y eso trajo nuestros primeros éxitos en la pista. Paralelo con ello, el interés creció en vehículos con mejor rendimiento que llevaran el distintivo de Mercedes AMG».
Bajo la administración de Norbert Haug, varias estrellas llevaron al éxito a la fábrica desde el comienzo, como Roland Asch y las seis victorias en el primer año del programa; Klaus Ludwig, campeón en 1992 y 1994, y Bernd Schneider, quien se quedó con los títulos del DTM y International Touring Car en 1995, para después inaugurar la era moderna con un bicampeonato (2000-2001). Al final, fue tetracampeón.
Desde Jacques Laffite hasta Michael Schumacher, pasando por Dario Franchitti y Jan Magnussen, formaron parte de una generación que hizo historia, como fue la victoria en Ellen Lohr en mayo de 1992 en el Hockenheimring, convirtiéndose en la primera mujer en ganar en la categoría.
Sin embargo, fue la etapa actual la que es más valorada por el ex directivo, no solo porque catapultó al DTM dentro del automovilismo en cuanto a seguimiento y tecnología, sino también por la incursión de estrellas de renombre que, a la fecha, siguen participando, sin olvidar la rivalidad con las otras marcas, como BMW y Audi, ni el hecho de que otros pilotos han llegado a la Fórmula 1 gracias a su éxito en esta especialidad.
«El inicio fue grandioso, pero con un énfasis en ‘grandioso’ en el sentido del tamaño. En la primera temporada, hubo más de 50 pilotos en la parrilla de salida, y reinó la confusión», recordó.
«Hubo algunos individuos talentosos que evolucionaron en pilotos de clase mundial, y hubo algunos amateurs que solo estuvieron para dar un paseo. Era una fase exploratoria. No había un amplio atractivo público».
«Después, las marcas llegaron con un programa extensivo de soporte. Las transmisiones de TV en vivo también contribuyeron a la popularidad creciente de la serie. El hecho de que pilotos de Fórmula 1 firmaran para el DTM dice algo sobre la calidad de la serie y su significado para el deporte motor en su totalidad».
Mercedes AMG inicia su último año en la categoría con diez campeonatos de pilotos, 13 de equipos y seis de constructoras (incluyendo el ITC) en el bolsillo, junto con 183 triunfos, 128 PP’s y 540 podiums.