Por Arturo Vega (@Art Vega Photography)
El fin de semana pasado se llevó a cabo la cuarta fecha de la Fórmula Drift estadounidense en sus dos categorías principales, la Pro2 y la Pro estelar, ante una afición que llenó el inmueble dispuesto para el evento, el infield del superóvalo del Texas Motor Speedway.
FastMag estuvo presente por vez primera en uno de estos eventos; por ello, les presentamos nuestra reseña además de una galería de fotos.
Empecemos con algunos datos importantes, para los que no estén familiarizados con la Fórmula Drift, también conocida como FD:
Esta categoría fue fundada en Estados Unidos en 2003 por Jim Liaw y Ryan Sage, está basada en la D1 original de Japón y, hoy en día, además de la Unión Americana, también se organiza en varias partes del mundo, por lo que su popularidad crece día con día.
Actualmente, es común ver llenos absolutos en los eventos de la FD en EU. Su afición es principalmente joven, es común ver parejas, niños, adolescentes y adultos. Digamos que, comparada con la afición que sigue NASCAR, hay una gran diferencia en cuanto a edades.
El drifting (término para describir el sobreviraje inducido o intencional manteniendo el control del vehículo) tiene sus orígenes en Japón desde los años 70, pero es realmente a mediados de los 90 cuando su popularidad aumentó mundialmente gracias al manga (un cómic japonés) llamado “Initial D”.
El japonés Keiichi Tsuchiya es conocido como «el Rey del Drifting» y ha tenido mucho que ver con la gran fama que gozan hoy en día, tanto del drifting como técnica de manejo, así como de las competencias. Incluso fue consultor y uno de los «dobles» de los actores en la película famosa “Rápido y Furioso: Reto Tokio».
Además de las competencias, películas y videos, el drifting se ha hecho sumamente popular en videojuegos. Desde el Gran Turismo clásico (PS4) hasta simulaciones más recientes, notablemente en Assetto Corsa, que además de incluir un modelo de manejo extraordinario, también permite a la comunidad creadora de modificaciones diseñar pistas y coches nuevos, además de tener contiendas en línea (para plataforma de PC).
Pero una pregunta que es común escuchar es respecto a si la Fórmula Drift es propiamente una carrera de autos… y la respuesta es que no, no en el sentido de que no gana quien llega primero a la meta. No es una prueba de velocidad, sino de estilo de manejo. El ganador de cada justa es dictado por tres jueces que evalúan tres aspectos principales: Línea de Manejo, Ángulo y Estilo.
Suena sencillo, pero son muchos elementos los que conforman la valoración; por ejemplo, qué tan pegados a la pared van, qué tanto humo producen, qué tan fluida es la transición entre las entradas y las salidas de curva, o qué tanto mantienen el acelerador a fondo.
Antes de cada carrera, los jueces se reúnen con los pilotos para explicar la manera en la que evaluará el manejo para el circuito en cuestión. Quien mejor entienda y ejecute las instrucciones, tiene más posibilidades de ser declarado ganador.
A juzgar por lo que vimos en nuestra visita a Texas Motor Speedway, podemos decir que hay una fórmula exitosa en cuanto a la competencia, autos, pilotos, la afición, la organización y el espectáculo en sí mismo.
Si hay un punto a mejorar son algunos tiempos “muertos” entre eventos, que se podrían complementar con eventos periféricos adicionales para mantener al público entretenido, pero si hay algo que resulta evidente es que la Fórmula Drift va en popularidad creciente y es toda una experiencia ver los autos deslizándose sobre la pista dejando una estela de humo y maravillando por lo cerca que van entre sí y lo cerca que van de los límites.