NASCAR no descarta volver a realizar carreras internacionales tan pronto como en 2024.
La Copa, categoría principal de la especialidad, hizo eventos de exhibición en Australia y Japón en los años 90, mientras la que se conoce actualmente como serie Xfinity visitó Ciudad de México (de 2005 a 2008) y Montreal (2007 a 2012).
Mientras tanto, las Camionetas corrieron en Mosport, Canadá, de 2013 a 2019, pero el país cerró sus fronteras cuando inició la pandemia de COVID-19; ninguna de las tres divisiones nacionales ha salido de Estados Unidos desde entonces.
Pero dentro de las iniciativas que la directiva actual ha implementado, siendo la carrera en las calles de Chicago la más novedosa para 2023, es posible que se exploren fechas puntuables de alguna de las series en el corto plazo.
Ante la presencia (y protagonismo gradual) de Daniel Suárez y Pitbull, y después de rumores que surgieron en el verano sobre una supuesta renovación de Parque Fundidora, una carrera en México no se descarta completamente del radar.
«Ciertamente no tenemos nada que anunciar aquí. ¿Creemos que hay interés al norte y al sur de la frontera específicamente? Sí, hay interés», mencionó Steve Phelps, presidente de NASCAR, en rueda de prensa durante el fin de semana pasado en Phoenix.
«(Cuando) hablamos del circuito callejero de Chicago, los teléfonos de Ben Kennedy y Steve O’Donnell suenan desde ciudades de todo el país y dicen: Nos encantaría organizar una carrera de NASCAR en nuestra ciudad».
«No tenemos llamadas, como dije, al norte y al sur de la frontera. Si eso sucederá en 2024 o no, no lo sé. Lo que sí sé es que vamos a tener una variación continua del calendario en 2024».
La segunda edición de la Carrera de Campeones (Clash) en el Coliseo de Los Ángeles y el proyecto para llevar un auto Next Gen a las “24 Horas de Le Mans” son algunas de las propuestas creativas con las que NASCAR busca seguir la tendencia positiva para fortalecerse dentro del mercado estadounidense.
Por otro lado hay dificultades, siendo la seguridad del auto nuevo la más importante, seguida de la conciliación con los dueños de equipo para consolidar su modelo financiero y la mejora del espectáculo en óvalos cortos y circuitos permanentes.
Además, como el resto de las ligas (y categorías como F1), se está monitoreando la situación económica de Estados Unidos ante los efectos a largo plazo de la inflación y los conflictos políticos, aunque por ahora hay optimismo por los resultados en cuanto a asistencia a lo largo del último lustro.
«Nuestros números de consumidores aumentaron más del 20%, la venta de boletos, de 2021 a ’22, a pesar de lo que estaba sucediendo con los precios de la gasolina a principios de año u obviamente, las verdaderas cosas inflacionarias que están sucediendo», indicó Phelps.
«No hemos visto una disminución en la venta de boletos. De hecho, hemos visto lo contrario. No lo entiendo francamente. Es un poco desconcertante. Francamente, somos uno de los pocos deportes que, en general, ha mantenido estables los precios de las entradas durante los últimos cuatro o cinco años».
«Creo que NASCAR es uno de los mejores lugares, desde una perspectiva de valor, para nuestros fanáticos, ¿verdad? La oportunidad de congelarlos, tratar de mantener los precios de nuestros boletos en un lugar manejable, teniendo diferentes opciones para que nuestros fanáticos puedan comprar diferentes niveles que funcionarán para sus propios presupuestos».
«Es algo que vamos a vigilar con seguridad porque queremos asegurarnos de que las gradas estén llenas. Hemos tenido nueve (fechas con) entradas agotadas este año. El año pasado tuvimos cinco. Tendremos (cifras de) dos dígitos el próximo año. Creemos que eso es cierto a medida que traemos más carreras en línea».